E-Book, Spanisch, Band 299, 330 Seiten
Reihe: Nuevos Tiempos
Self Un paraguas
1. Auflage 2015
ISBN: 978-84-16208-42-5
Verlag: Siruela
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
E-Book, Spanisch, Band 299, 330 Seiten
Reihe: Nuevos Tiempos
ISBN: 978-84-16208-42-5
Verlag: Siruela
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Will Self (Londres, 1961) es escritor y periodista. Ha escrito novelas, varias colecciones de relatos cortos y también ensayos. Sus escritos se caracterizan por ser satíricos, grotescos y fantásticos. Un paraguas es su primera novela traducida al castellano.
Weitere Infos & Material
Puede de la desesperación. Marcus es, piensa, el tipo de hombre que, cansado de la civilización y toda su desazón, quiere estar solo – pero insiste en que alguien más esté solo con él: un rehén, el Geoffrey Jackson99 de sus guerrilleros tupamaros. Aun así, no quiere hacer daño – se preocupa. Busner desea más que nada la aprobación de este casi homónimo de su tío, así que contiene la respiración y cuenta ... ahora que cinco de los pacientes posencefalíticos han empezado a cuidar de sí mismos, la carga de trabajo del personal se ha aligerado – . Creo... exhala por fin, que quizá subestime la capacidad del cerebro para la reorganización funcional, doctor Marcus. Me parece que la ciencia no ha avanzado lo suficiente como para evaluar el impacto de un déficit global de dopamina – ya ve... estos pacientes eran estatuas vivientes y ahora mírelos: hacen crucigramas, firman certificados – hablan, como el señor Ostereich, con gran perspicacia sobre su condición, ¿no prueba eso que la salud es más profunda que cualquier enfermedad? Mboya continúa cerca – Busner nota que su mente da vueltas por debajo, lo que lo mantiene planeando en el mandil amplio y suave del momento, mientras más allá hay ... ¿Dónde vive? Tooting – y solo: una taza de té usada sobre ... una aspiradora, los cepillos . Durante el largo viaje diario hasta Arnos Grove, con el pelo negro echado hacia atrás en el conducto sucio – dice que no le importa – lee. Busner lo sabe porque su enfermero jefe está , ya habla durante el almuerzo en la cafetería sobre el velo, y la relación amoesclavo, en el sentido lacaniano. Le propondré, piensa Busner, que estudie psicoanálisis – le presentaré a algunas personas en el Tavistock, . Que es lo que dice Miriam: Ya basta. No es ninguna señora Marcus y ha trazado una última línea para él: O todos nos vamos de vacaciones como es debido, juntos, o me llevo a los niños, con la firme expectación de que no estarás en este piso cuando volvamos. No allí... con las baldosas de barro cocido y el modelado a torno de las lámparas de alfarería, ni allí... con los manteles individuales de paja... y el libro con el traje de mujer sin cabeza, Una imagen que sin duda le resultaría... – incluso ante sí mismo – que le Sus pacientes posencefalíticos, lo sabe, experimentan una extraña – también su contrario exacto: un caos —embestida del flujo mental que hace que resulte imposible atrapar los pensamientos antes de que sean... De pie junto a Marcus, no sabe cuál de las dos le afecta. ¿Han estado así unos segundos... o unas horas? – Lo que me parece más extraordinario, Busner, no es que sus enquis hayan vuelto a la vida, sino la planta mixta – había oído hablar de ello, por supuesto, pero sigue siendo una revelación ver a pacientes masculinos y femeninos juntos. Me parece que eso es lo que combatirá el encierro institucionalizado – al menos hasta que el señor Powell acabe completamente con los manicomios. Marcus se acaricia y se palpa la barriga en su mochila entallada – su expresión mientras acecha a su colega más joven es amable, incongruente con lo que dice a continuación: Acabará mal, Busner, recuerde mis palabras, todo lo que sube... Bueno, detecto que usted quiere causar sensación, ser la bomba. He preguntado y he oído que se mezcló con ese bufón de Laing – me atrevería a decir que esta L-DOPA representa para usted otra cura para todo, que después de fracasar a la hora de erradicar la esquizofrenia se ha puesto a abolir otra enfermedad... Es uno de los aforismos de G. C. Cook, ¿no?: Un universo cobra vida cuando rompes el espejo de la menor de las mentes – pero al mismo tiempo el espejo está rajado, destrozado... Bueno, ejem, igual me he expresado con demasiada contundencia. – No, dice Busner, está bien, debe decir lo que piensa... Pero, por favor, reserve su juicio hasta después de que haya conocido y hablado con otros de mis pacientes. Marcus se aclara la garganta, her-herg-herm, una gárgara larga y complaciente. He venido, dice pegajosamente, ex profeso para ver a mi señorita Deerth, ¿podemos hacerlo? ...100. A veces, piensa Busner, los cantantes pop lo expresan mejor, y se muestra cáustico con Marcus: Death – ella prefiere su nombre de pila, ahora que ha vuelto a la vida... ... ¿Por qué, se pregunta Busner, me atormentan tanto estas tenias que se enrollan en mi cabeza? ¿Mi inconsciente hace de ventrílocuo de Hurricane Smith? Y si el río suena, agua lleva... —¿Está viva esa figura? Es un hombre – seguro – y yace boca arriba, con los brazos y las piernas levantados y separados, el cuello y la cabeza también elevados. Quizá, piensa, muertes tan violentas solo pueden ocurrir – al menos explícitamente – a lo que antes era el sexo fuerte. ¿Hay indicios de algo en el cuello? Se toca compasivamente la garganta sin nudos. La silueta negra se extiende en la base de un triángulo naranja marcado en negro, sobre él – y posiblemente culpable de su espasmo violento – hay un solo relámpago. Se lee peligro de muerte en la base del triángulo – lo que a Busner no le parece imperativo, sino más bien lacónico: Si tú, viejo amigo, te subieras al soporte de hormigón lleno de agujeros y, apoyándote en ese perno y alargando el otro pie, pudieras evitar el alambre de espino, acariciar la porcelana, agarrar el zumbido chispeante... ¿Podrías sentir, se pregunta, en el último instante antes de que tu corazón sua un cortocircuito y te quedes colgado y sacudiéndote, mientras un humo podrido te sal por las orejas y las puntas de tus dedos buscan la vida, los filamentos de acero trenzados en esta madeja de alta tensión? Busner jadea, sin aliento por su rápido descenso desde Alexandra Palace a través de la verde nulidad del parque, y, aunque no hay nadie que pueda ser testigo de su fragilidad, la disimula con un suspiro, Aaaaaah... De todas formas, decide, sea cual sea mi edad, mi peso... probablemente mis zapatillas de correr harían de toma de tierra. Entre ellas en el del sendero hay una sola patata frita gruesa – ¡qué horrible tener esta descripción gastronómica tan a mano! Busner la interroga con la mirada, rastreando los tonos sutiles de su capa de fritura. Cualquier cosa – fuga, o trance, o esclavitud ciega ante la fuerza del subcórtex, es mejor que esto: el armario ropero llamado sala de tratamiento, la tupida valla de batas blancas y grises batas de nailon que respetan las formalidades, Perdone, ¿le importaría? Mientras abrochan las sujeciones, comprueban el pulso, inyectan los cinco mililitros de curare intravenoso y limpian la saliva seca de la última víctima del protector bucal de goma. Aaaaaah... Nadie, cree, me conocería: un paseante de hombros encorvados y patizambo en una polvorienta plaza de São Paulo, ... Media tarde y no hay un alma que pueda verlo mientras avanza entre los contenedores y los espacios de aparcamiento ajardinados de una, cita, prestigiosa zona residencial, fin de cita, A Busner le parece que son justificaciones patéticas, cuando la verdad era: ... Antes de la TEC habían puesto en coma a pacientes a base de insulina, para luego resucitarlos con glucosa .... O los infectaban con la malaria, creyendo que las fiebres altas y las alucinaciones alejarían las psicosis, una política de tierra quemada que fue dignificada: piroterapia. Quizá esos extraños – y totalmente acientíficos – métodos tuvieran algún beneficio, pero solo por el lío que se montaba en torno a pacientes que de otro modo eran encerrados en la planta y ... Pero, en realidad, el lío se montaba por culpa de los psiquiatras y las enfermeras, que hacían agujeros en el tejido cerebral y luego los llenaban – era en parte creación de empleo y en parte Los Buenos Viejos Tiempos: tiritas en las heridas, todos los implicados eran artistas del cambio rápido, que corrían de unidad a sala de tratamiento para ... Entonces él creía – ¿qué? Esperaba haber sido más honesto que sus colegas de más edad, que pensaban que sus manipulaciones eran quirúrgicas, y extirpaban ideas locas y los trozos locos del cerebro que las pensaban – mientras que Zack sabía que las enfermedades mentales eran creaciones en la misma medida que imposiciones – mundos más desnudos y sencillos que los de la salud, pero totalidades pese a todo. Eso debió de ser en




