E-Book, Spanisch, 224 Seiten
Coyne Peirce sobre la arquitectura
1. Auflage 2023
ISBN: 978-84-291-9756-3
Verlag: Reverte
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
E-Book, Spanisch, 224 Seiten
Reihe: Pensadores sobre la arquitectura
ISBN: 978-84-291-9756-3
Verlag: Reverte
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Las ideas ganan legitimidad a medida que se les da algún uso práctico. Un estudio de Charles Sanders Peirce (1839-1914) apoya este pragmatismo como forma de pensar sobre la verdad y el significado. La arquitectura tiene un fuerte componente pragmático, sobre todo cuando pensamos en los usuarios del edificio, la arquitectura como práctica, las demandas prácticas de la edificación y la utilidad. Después de todo, Vitruvio situó a la firmeza y la belleza junto a la funcionalidad como exigencia para la arquitectura. El estudio de la semiótica se dividió en la década de 1980 entre los defensores de la semiótica de Peirce y el campo más amplio del estructuralismo. Este último ha dominado el discurso arquitectónico desde entonces. Revivir la semiótica de Peirce es la tarea de este libro. El libro forma parte de la colección Pensadores sobre la arquitectura de la Editorial Reverté(versión castellana de la colección inglesa de libros de ensayo Thinkers for Architects). La colección plantea un acercamiento a los conceptos filosóficos de pensadores relevantes para el ámbito de la arquitectura con el objetivo de hacerlos más accesibles para todos aquellos lectores interesados en entender los cruces entre el contexto filosófico y arquitectónico. Cada libro de la colección introduce las claves para entender a un pensador concreto. Los autores de los ensayos son arquitectos y críticos de la arquitectura especialistas en cada uno de los pensadores tratados.
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I. Pocos negarían que la arquitectura comunica, y en ese sentido, es un lenguaje, o al menos se parece a un lenguaje. Introducción
El pensamiento de Charles Sanders Peirce (1839-1914) es de interés para los arquitectos, sobre todo, por su contribución al funcionamiento de la arquitectura como un lenguaje. El pensamiento de Peirce no es tan conocido para la arquitectura como el del lingüista suizo Ferdinand de Saussure (1857-1913). En manos de los teóricos del arte, el diseño, la arquitectura y la literatura, las ideas de Saussure iniciaron los movimientos conocidos como estructuralismo y posestructuralismo. Según se avance sobre las ideas de Peirce, se dejarán claras las diferencias entre los legados de Peirce y Saussure. La contribución de Peirce se enmarca dentro de la semiótica, la teoría de los signos. Contribuye a la arquitectura de tres maneras que se explorarán en este libro. La primera es el debate sobre el lenguaje al que ya se ha aludido, concretamente su teoría de signos. La segunda contribución de Peirce es la naturaleza del razonamiento probatorio, es decir, razonar a partir de la evidencia. Peirce era un gran sistematizador y organizador de ideas. De hecho, se consideraba a sí mismo un lógico más que un filósofo, un lógico como alguien que recurre a las matemáticas y a los sistemas simbólicos formales para estudiar el modo en que las personas construyen argumentos y llegan a conclusiones. En palabras de Peirce, «la lógica es el arte del razonamiento.»1 Hay mucho en Peirce que atrajo a los sistematizadores de arquitectura del siglo xx. Así pues, Peirce se dirige a los matemáticos, a los lógicos, a aquellos teóricos de sistemas que buscan métodos ordenados para resolver los problemas del mundo, y a los del Design Methods Movement2 que buscan procedimientos ordenados, matemáticos y lógicos para proyectar edificios. La influencia de Peirce se extiende a los profesionales y programadores digitales de la arquitectura, y más recientemente a quienes se interesan por las grandes bases de datos y la arquitectura responsable que copia formas y procesos biológicos (biomímesis). Peirce se dirige a los defensores de las ciudades inteligentes, así como de las ciudades sostenibles que hacen frente a los desafíos de un mundo en el que la intervención humana ha adquirido la escala de los procesos geológicos – en la era del Antropoceno. Peirce también habla a aquéllos que llevan a cabo análisis forenses digitales de lugares y espacios. El matemático y pionero de la arquitectura asistida por ordenador, Lionel March, presentó su libro The architecture of form con un análisis de los conceptos de Peirce de inducción, deducción y abducción.3 Resulta que las ideas de Peirce sobre la lógica demuestran los límites de la misma, pero también sugieren cómo las ideas de la lógica formal pueden emplearse en el diseño, y aquí, el pensamiento de Peirce interactúa con las teorías sobre la interpretación de lugares y edificios, es decir, la hermenéutica y la fenomenología.4 La tercera contribución de Peirce es su pragmatismo. La mayoría de los filósofos han designado a Peirce como la figura capital de la escuela filosófica que lleva ese nombre. Esta escuela del pragmatismo se posiciona en contra de toda idea de que, como parecía proponer René Descartes, el pensamiento es una actividad abstracta separada de la vida cotidiana. Las ideas del pragmatismo resuenan en la fenomenología y en algunas de las ideas de Martin Heidegger5 y Merleau-Ponty6. La arquitectura es una disciplina práctica y pragmática, y un análisis de Peirce enfatiza la arquitectura como una práctica, y una práctica basada en la materialidad del mundo. A diferencia de otros pensadores escogidos para la serie Pensadores sobre la arquitectura, no existe una arquitectura inspirada en las ideas de Peirce como tal, ni ningún movimiento, estilo o conjunto de obras concreto que le profese lealtad. Pero en la medida en la que cualquier profesional, educador o crítico afirme ser pragmático, tendrá una deuda, aunque sea indirecta, con el pensamiento de Peirce. Un hilo conductor interesante relaciona cada uno de estos tres aspectos del pensamiento de Peirce, y es la noción de indicidad. Peirce inicia su teoría del signo con tres clases básicas de signos: el icono, el índice y el símbolo. Como se mostrará a lo largo de este libro, la idea del índice es crucial para Peirce, e incide en sus conceptos del razonamiento creativo, así como en su pragmatismo. Un signo indicial es un elemento de evidencia basado en una observación material real. Lo indicial está en el corazón del sistema de signos de Peirce, está presente en su argumentación sobre el razonamiento abductivo y apoya su orientación hacia el mundo tangible del compromiso práctico. Si tuviera que etiquetar la contribución de Peirce al campo de la arquitectura, la denominaría ‘arquitectura indicial’. Para encontrar pruebas explícitas de las conexiones entre la semiótica de Peirce y la arquitectura no hay más que mirar el importante libro de 1969 titulado Meaning in architecture, editado por Charles Jencks y George Baird7 y, en particular, las contribuciones de Geoffrey Broadbent8 en ese libro. Otros teóricos de la arquitectura habían investigado el tema del lenguaje, pero ese libro en concreto pone en contacto la corriente principal del pensamiento arquitectónico con Peirce. Diez años después, apareció otro libro, Signs, symbols, and architecture,9 en el que Broadbent participó como coeditor y colaborador. Aunque parecía empezar con Peirce, Broadbent se inclinó más tarde hacia un compromiso crítico con el estructuralismo, y coescribió un libro publicado en 1991 sobre la deconstrucción,10 y de ahí la influencia de Jacques Derrida en la arquitectura.11 Otro defensor de la semiótica de Peirce es el filósofo y teórico literario Umberto Eco (1932-2016). Aunque está ligado más estrechamente a la literatura, Eco cuenta con un capítulo en Signs, symbols, and architecture.12 Otra publicación reseñable es la del historiador del arte Donald Preziosi que escribió Architecture, language and meaning: origins of the built world and its semiotic organization,13 un libro que se basa sustancialmente en Peirce. El filósofo americano está presente en las conversaciones sobre arquitectura, aunque no siempre en el primer plano. Creo que una contribución adicional de Peirce a la arquitectura reside en el arte de sus construcciones geométricas. Aunque su obra carece de diagramas convincentes que puedan resultar atractivos a los arquitectos, Peirce describe e ilustra varias teorías sobre el funcionamiento de los signos. Si se está habituado a lo binario y al pensamiento de oposición, entonces Peirce supone un reto. Él era un filósofo de treses. Hay tres componentes en el silogismo lógico, tres partes en cualquiera de las situaciones del signo, tres tipos de signos, tres términos que definen cada categoría de signos, y los tipos de signos tienen forma piramidal. Esto es el pensamiento triádico. Peirce se refería a su propia obsesión como triadomanía, y otros incluso se han referido a su estilo como triadomania.14 Creo que hay una dimensión estética fascinante en la obra de Peirce que debería atraer a cualquier arquitecto interesado en la forma que adoptan las ideas. Si se tiene en cuenta lo que se ha mencionado sobre su relevancia para la arquitectura, cabe preguntarse qué escribió Peirce sobre la arquitectura, o sobre el espacio, el lugar, las ciudades y los entornos. Le respuesta breve es ‘muy poco’. Sus reflexiones se refieren más al proceso que al producto. Como ocurre con gran parte de la filosofía, corresponde a otros aplicar esos métodos a su ámbito de interés. En un ensayo con el prometedor título de ‘The architecture of theories’, Peirce esboza el «esfuerzo de pensamiento» que alguien tiene que ejercer antes de construir una casa, lo que implica la compleja tarea de seleccionar los materiales disponibles y apropiados, determinar el mejor modo de construcción y «cientos de preguntas similares.» A partir de la metáfora de la construcción, dijo: «los estudios previos a la construcción de una gran teoría deben ser, al menos, tan deliberados y completos como aquellos que son previos a la construcción de una casa para vivir.»15 De hecho, la arquitectura del título del ensayo hace referencia a la ubicuidad del tres: «las concepciones de Primero, Segundo, Tercero»16 que, según Peirce, sustentan la filosofía, la psicología y la biología. En términos básicos, hay (Primero) una cosa que existe independientemente de cualquier otra cosa, (Segundo) las relaciones entre tales cosas independientes, y (Tercero) la mediación por la que Primeros y Segundos se ponen en relación. Otra vez aparece el tema del pensamiento triádico de Peirce. En este ensayo, no lleva de vuelta el pensamiento triádico a la vivienda con la que empieza. Correspondería a los arquitectos explorar cómo motivos arquitectónicos triádicos como firmitas, utilitas y venustas (solidez, utilidad y belleza)17 se relacionan con la estructura del pensamiento de Peirce. Es justo decir que los intereses de Peirce se alinean más estrechamente con las ciencias naturales que con las bellas artes o la arquitectura. Escribió gran parte de sus escritos mientras trabajaba para el Servicio Geodésico y Costero de Estados Unidos, que se encargaba de estudiar y...