García Hernández | León Kamikaze | E-Book | www.sack.de
E-Book

E-Book, Spanisch, 232 Seiten

Reihe: Gran Angular

García Hernández León Kamikaze


1. Auflage 2016
ISBN: 978-84-675-8964-1
Verlag: Ediciones SM España
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)

E-Book, Spanisch, 232 Seiten

Reihe: Gran Angular

ISBN: 978-84-675-8964-1
Verlag: Ediciones SM España
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)



Me llamo León, León Kamikaze. Nunca tuve una familia ni siquiera unos amigos. Me enamoré una vez... He tenido tres vidas. En la primera, el mundo me rechazó. En la segunda, todos me odiaron. En la tercera, aún no sé quién soy. Me llamo León, León Kamikaze, y este es el rastro que me ha traído hasta AQUÍ. Libro ganador del Premio Gran Angular 2016

Álvaro García Hernández es escritor y profesor de educación secundaria en el área de Lengua Castellana y Literatura. Desde su infancia ha estado ligado al mundo de las letras y es autor de varias novelas dirigidas al público adolescente.Ana Ynada (EDISENA, 1997) fue su primera obra literaria, publicada tras quedar finalista en el I Premio de Novela Emilio Murcia.  García Hernández también es conocido por su blog Diario de un Dios Equivocado, que puso en marcha en 2007 con el objetivo de conectar con los lectores mediante relatos cortos, una modalidad que él mismo reconoce haber aprendido y perfilado en este soporte y que hoy en día está entre los más leídos en español.Tanto internet como las redes sociales han jugado un papel fundamental en su desarrollo como escritor. Así lo demuestra TQMC? Te quiero mucho (Sansy, 2011), una novela por entregas que consiguió un gran éxito gracias a su difusión en la red social Tuenti. Y también sus secuelas, publicadas bajo el sello de la misma editorial: Te echo de menos (Sansy, 2012) y El propósito de Ana (Sansy, 2014).  Fuera del ámbito literario, Álvaro es un hombre sencillo entregado en cuerpo y alma a su familia y un colaborador habitual de FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras).
García Hernández León Kamikaze jetzt bestellen!

Weitere Infos & Material


{capítulo 18}


#VidaNueva
#DeudasViejas

A las ocho de la mañana suena el timbre. León llega antes, pues su tío sigue en calzoncillos sin querer salir de la cama; cuando abre la puerta, no puede menos que sorprenderse.

–Buenos días.

–¡Tío! ¡Hay un torero en la puerta que me pregunta quién soy!

–Lo sé. Dile que va a tener que esperar bastante.

El torero, Antonio, tiene un capote de brega rosa que sujeta con los brazos cruzados mientras espera, aunque le hayan cerrado la puerta en las narices. Sin consideración alguna, su tío Mateo la vuelve a abrir media hora después, con la cara recién lavada y la camisa recién puesta. Y el torero sigue ahí.

–Me voy. No uses mi cepillo de dientes y limpia con un trozo de papel lo que salpiques fuera del váter. Y no me robes.

Cuando salen y Antonio se da la vuelta, León puede leer rotulado el siguiente mensaje en el traje de luces del torero:

COBRO DE DEUDAS Y MOROSOS EL TORERO,
QUE LO SEPA EL MUNDO ENTERO.

Y se van. Sin caer en la cuenta de que León ahora ha decidido ser bueno.

#Matias&Violeta
#DosMúsicosEnAlbornoz

En la puerta del dinosaurio cuadrado, los padres de Liberto están tocando el violín y el chelo. Lo tocan bien, es cierto, pero están en la acera, con albornoces blancos, y los que pasan los miran y se giran y se paran y los graban con los móviles. Y se ríen. Todos menos Liberto, que aparca su quad, se quita el casco, los ve y, como un rayo, se lo vuelve a poner para entrar sin que lo reconozcan.

De modo que, aquel día, Liberto y sus compañeros entran al instituto con el espectacular acompañamiento musical de Rajmaninov. Acontecimiento que fue recordado durante mucho tiempo en cenas de antiguos alumnos y redes sociales del futuro. De hecho, tanto Violeta como Matías pensaron que todos los niños del mundo deberían entrar al colegio con Rajmaninov. Siempre. Todos los días. Tal pensamiento mezclado con ginebra del DIA y Orfidal fue lo que dio como resultado tan estrambótico concierto. Y el banal premio de convertirse en @trendingtopic durante todo el día en Twitter.

Sin embargo, la mayor sorpresa para León aquel día que todos recordarían como el de los locos con albornoz tocando música en la puerta del instituto… no fue el acompañamiento musical, sino descubrir a Lola enfadada. En su clase de Matemáticas. Y en silla de ruedas.

#Matemáticas
#ViejoProfesorViudo

–Levanten la mano aquellos que sí hayan sabido realizar las ecuaciones de la página 78.

Todos levantan la mano, menos León.

–Levanten la mano aquellos que sí hayan sabido realizar las ecuaciones de la página 79.

Todos levantan la mano, menos León.

–Levanten la mano aquellos que sí hayan sabido realizar las ecuaciones de la página 80.

Nadie levanta la mano, salvo León.

–¿Usted quién es?

–Me llamo León Zarzo Buendía.

Don Servando es un loro triste y gris, de esos que se han ido quedando sin plumas y da pena verlos. Don Servando es un loro triste con una camisa blanca mal planchada y un traje gris oscuro y arrugado. Lleva el pelo calvo sin cortar, blanco, pero ya largo por detrás, hasta la nuca. Se le hacen greñas y queda feo, como a esos loros grises a los que se les ve la piel del cuello.

–¿Realmente sabe usted resolver las ecuaciones de la página 80?

–En absoluto, señor, ni siquiera tengo el libro de texto.

–Entonces, ¿por qué ha levantado la mano con tanto entusiasmo?

–Pues porque quería impresionar a mi compañera Lola.

Revuelo estúpido en el aula de gente que jamás soñó despierta.

–¿A Lola? ¿A esta Lola? ¡Cállense! ¿Pero no fue a esta Lola a la que usted atropelló?

–Sin querer, pero sí.

–Sin querer, dice. ¿Y qué le hace pensar que si no la impresionó arrollándola con un coche, la va a impresionar resolviendo una ecuación?

–No sé, tenía que probar. Ya sabe, el empirismo.

–Pues ya le informo yo de que… ¡que se callen! Empíricamente, con una vida entera de empirismo, las matemáticas no provocan ningún tipo de atractivo en las mujeres. ¿Ha probado usted con la poesía, con Pedro Salinas?

–No, no me había enamorado hasta ahora.

–Profe, ¿podemos seguir con la clase?

–Claro que sí, claro que sí, sigan ustedes, resuelvan ecuaciones. Usted no, usted queda expulsado, León, váyase a la biblioteca y lea a Pedro Salinas. Yo conquisté a… ¡Qué demonios! ¡Llévese a Lola a la biblioteca! Y como castigo debe… leerle a Pedro Salinas, Razón de amor, hasta la hora del patio.

–¡¿¡¿¡Cómo!?!?!

#LocaPrudencia

La madre de Lola, Prudencia, se ha presentado en el instituto una hora después, cuando ya había sonado el timbre del recreo, ¡fumando por los pasillos! Quiere hablar ni más ni menos que con el inspector para que expulsen al profesor de Matemáticas, al viejo don Servando, por haber obligado a su hija a quedarse a solas con aquel que ni más ni menos había intentado asesinarla, y es que no le cabe en la cabeza cómo alguien puede estar tan imbécil como para hacer semejante…

–Pues porque no está bien, Pruden. Don Servando perdió a su esposa hace apenas unas semanas y no está bien.

–¿Y lo tiene que pagar mi hija? ¡Pues si no está bien, que no venga! ¡Que se coja una baja como todo hijo de vecino, pero que no provoque el conflicto traumático que le ha provocado a mi hija! ¡Nosotras no tenemos la culpa de que se haya muerto su…!

En ese momento, don Servando cruza por el pasillo, abatido, acompañado de la profesora de Latín. Lo ha oído, se detiene, mira a los ojos a la madre de Lola y susurra con un hilo de voz:

–Matilde, se llamaba Matilde.

Sin embargo, la madre de Lola está demasiado enfadada. Lo ignora y el pobre hombre sigue su matemático caminar.

–Lo entiendo, Pruden, de verdad que me pongo en su lugar, no ya como director, sino como padre. Pero también es cierto que, por lo que parece, traumático, lo que se dice traumático, tampoco ha sido para Lola.

–¡¿¡¿¡Cómo!?!?!

#EnLaBiblioteca
#PedroSalinas

León empujó la silla de ruedas de Lola por el pasillo como un asesino obediente; abrió la puerta de la biblioteca de un empujón como un verdugo sordo; escogió el peor lugar para aparcarla como un vampiro de pueblo: junto a la ventana, para que se abrasara al sol.

Y luego se apartó. Mientras ella avisaba a su madre con el móvil, él recorría las estanterías de esa biblioteca cerrada, olfateando a Pedro Salinas, como un león merodeando. Se subió a una mesa de un salto, repasó con el índice los libros tras el cristal y lo encontró mientras Lola, nerviosa, le explicaba a su madre que estaba a solas con el que la había atropellado y que… ¡estaba sacando una navaja!

Con la navaja, León hizo fuerza contra la puerta de cristal y atrapó a Pedro Salinas5 como quien coge a un pájaro de una jaula, mientras Lola le gritaba a su madre que se calmase. O que no gritase tanto.

Pero León bajó de la mesa como un gato con un pájaro en la boca, se sentó frente a Lola, la miró a los ojos y empezó a recitarle mientras ella se quedaba sin batería en el alma.

No quiero que te vayas,
dolor, última forma

de amar. Me estoy sintiendo

vivir cuando me dueles

[…]

#LolaContraElMundo

La vuelta en taxi es tensa. Lola va sentada atrás, con la pierna escayolada estirada a lo largo de los asientos; su madre, que huele a tabaco, se ha sentado de copiloto; y el taxista, al ver que no hablan, ha decidido seguir callado y oler a tabaco.

–Es que no lo entiendo, es que no entiendo en qué mundo vivimos para que yo tenga que poner una denuncia y pedir una orden de alejamiento contra ese chico que tendría que estar no te digo yo en la cárcel, pero sí al menos en otro instituto, puesto que es menor y…

–No quiero que lo denuncies, mamá.

–Me da igual lo que tú quieras, Lola. Él tiene ya una causa abierta por robo de vehículo, conducción temeraria y…

–Me da igual, mamá. No quiero ponerle ninguna denuncia por esto. Él no ha tenido la culpa esta vez, ha sido el profe.

–Pues si ha sido el profesor, pues le pondremos la denuncia al profesor.

–No puedes denunciar a don Servando, al pobre se le murió la mujer hace…

–Pues me da igual, Lola, me da igual. La gente no puede comportarse así, ya se lo he explicado al director. Me da igual que me pidan disculpas, el desconocimiento de las...



Ihre Fragen, Wünsche oder Anmerkungen
Vorname*
Nachname*
Ihre E-Mail-Adresse*
Kundennr.
Ihre Nachricht*
Lediglich mit * gekennzeichnete Felder sind Pflichtfelder.
Wenn Sie die im Kontaktformular eingegebenen Daten durch Klick auf den nachfolgenden Button übersenden, erklären Sie sich damit einverstanden, dass wir Ihr Angaben für die Beantwortung Ihrer Anfrage verwenden. Selbstverständlich werden Ihre Daten vertraulich behandelt und nicht an Dritte weitergegeben. Sie können der Verwendung Ihrer Daten jederzeit widersprechen. Das Datenhandling bei Sack Fachmedien erklären wir Ihnen in unserer Datenschutzerklärung.