Mateos | La monja alférez | E-Book | www.sack.de
E-Book

E-Book, Spanisch, Band 306, 124 Seiten

Reihe: Teatro

Mateos La monja alférez


1. Auflage 2013
ISBN: 978-84-9897-920-6
Verlag: Linkgua
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)

E-Book, Spanisch, Band 306, 124 Seiten

Reihe: Teatro

ISBN: 978-84-9897-920-6
Verlag: Linkgua
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)



La monja alférez es una de las más bizarras comedias de enredo escritas en el Siglo de Oro. La trama está enmarcada en un pasaje de la vida de Catalina de Erauso. Tras escapar vestida de hombre al Perú, allí se convierte en el alférez Guzmán, y tiene un romance amoroso con doña Ana, a quien también ama su amigo don Diego. Guzmán, en parte por esto último, en parte por defender su honor, hiere y mata a varios hombres en duelos y reyertas, incluido su propio hermano -que la busca para restituirla forzozamente a España y a su sexo-. Condenada a muerte por sus hechos de sangre, los personajes toman distintos partidos ante la sentencia. La comedia gira en torno al tema del honor, pretendiendo el autor mediante su insólito tratamiento del trasvestismo y el homoerotismo, establecer una igualdad entre los sexos demostrada aquí tanto con la pluma como con la espada. Existen numerosas versiones de esta autobiografía entre ellas las de Pérez de Montalbán y la de Juan Antonio Mateos, ambas publicadas en Linkgua. La historia de la monja alférez es un texto de referencia en los estudios feministas y sobre la condición histórica de la mujer.

Juan Antonio Mateos nació en la ciudad de México el 24 de junio de 1831. Hizo estudios primarios allí y después ingresó en el Instituto de Toluca, en 1847. Allí entabló una estrecha amistad con Ignacio Manuel Altamirano, con quien escribió un periódico satírico, de corte liberal, llamado Los Papachos, en el cual atacaban a los conservadores del Instituto. Esta publicación provocó que fueran expulsados del colegio en el mes de julio de 1852.Juan Antonio Mateos fue uno de los escritores más populares de México durante la segunda mitad del siglo XIX. Escribió en periódicos y revistas y publicó también novelas y obras teatrales.Murió el 29 de diciembre de 1913 en la ciudad de México.
Mateos La monja alférez jetzt bestellen!

Autoren/Hrsg.


Weitere Infos & Material


Jornada primera


(Guzmán y Machín de camino, doña Ana e Inés con mantos.)

Ana No puedo enfrenar el llanto.

GuzmánNo lo hubiera yo emprendido,

mi bien si hubiera entendido

que tú lo sintieras tanto.

Mas ya es hecho; tú, señora,

eres culpada, yo no,

pues que tu amor me ocultó

lo que me descubre ahora.

Ana El favor más limitado

de una principal mujer,

no basta para prender

la esperanza, y el cuidado.

¿Pude yo, siendo quien soy,

darte señales más claras

de mi amor? ¿Tú estimaras

los favores que te doy,

si te entregase liviana

la posesión de mi pecho?

GuzmánYa no hay remedio, ya es hecho,

mas alivie, mi doña Ana,

si mi ausencia te lastima,

el mal que sintiendo estás,

ver que dos leguas no más

dista el Callao de Lima.

Y no dará luz la aurora,

jamás al monte, ni prado

sin que a mí me la haya dado

ese Sol que el alma adora.

Así desmentir podré

la ausencia que te amenaza,

que supuesto que la plaza

yo de soldado asenté,

y en el puerto he de asistir

las noches que estar de posta

no me toque, por la posta

a verte podré venir.

Ana Con eso no solamente

se alivian mis sentimientos,

mas es para mis tormentos

el medio más conveniente.

Pues si de las ansias mías

la envidiosa diligencia

tuvo indicios, con tu ausencia

desmentimos las espías.

Que ya sabes que el efecto

de poderte ver, y hablar,

solamente ha de durar

lo que durare el secreto.

Y así de nuevo te pido,

que la palabra me des

de no romperlo, aunque estés

ya celoso, ya ofendido.

Guzmán Y de nuevo te prometo,

que no sepa mi cuidado

de mí, sino este criado,

que es ejemplo del secreto.

Machín No viene Machín de casta

que se pierde por hablar,

pues para saber callar,

soy vizcaíno, que basta.

Ana Pues, Alonso de Guzmán

hace de ti confianza,

ésa es la mayor probanza

que tus méritos me dan.

Y tú porque la ocasión

jamás pierdas de venir

a verme, sin que inferir

pueda nadie tu afición.

Pues es la curiosidad

tan necia, que te podría

poner una oculta espía,

que al entrar en la ciudad

te siguiese, y nuestro amor

viniera a saberse, quiero

que el caballo más ligero,

que de indiano picador,

agitado excede al viento,

obedezca a tu cuidado,

porque el pedirlo prestado,

no dé indicios de tu intento.

(Dale una cadena.) Del valor de esta cadena

puedes comprarlo y advierte,

que pues en verte o no verte

está mi gloria, o mi pena.

No haya estorbo que resista

el efecto a mi deseo,

si cuanta hacienda poseo

me ha de costar una vista.

Guzmán ¿Qué diligencia y cuidado

en servirte no pondrá

quien de tu favor está

por mil partes obligado?

Esta cadena recibo

más que por sus eslabones

manifiesten las prisiones

en que enamorado vivo.

Que por comprar el caballo,

que donde es tal el favor,

alas son los pies de amor

para volar a gozallo.

AnaAdiós, pues, que estoy temiendo

la asechanza cuidadosa

de alguna afición celosa.

GuzmánAunque de oírlo me ofendo,

trueco a tu opinión, señora,

los sentimientos más graves.

AnaNo hay que advertirte, pues sabes

la seña, ventana, y hora.

(Vase.)

Guzmán ¿Qué dices de mi ventura?

MachínQue pasa gran tempestad

tu voto de castidad,

entre ocasión, y hermosura.

Pero don Diego tu amigo

viene aquí.

Guzmán Mucho sintiera,

que a doña Ana conociera,

si ahora la vio conmigo.

(Aparte.) (Cuando mi pecho le estima,

de tal suerte que por dar

a sus temores lugar,

gusto de salir de Lima.)

(Salen don Diego y Tristán.)

Diego Era ya tiempo de veros,

Guzmán amigo.

Guzmán El buscaros

pudiera escusar, si hallaros

ha de ser para perderos.

Diego ¿Cómo?

Guzmán De Lima me ausento.

Diego¿Qué dices?

Guzmán Mi natural

inclinación es marcial,

y vivo en la paz violento,

y al Rey me parto a servir

en el puerto.

Diego No me mueve,

ser la distancia tan breve,

a que deje de sentir

la ausencia vuestra, Guzmán.

GuzmánTantas veces volveré

a veros, cuántas me dé

licencia mi capitán.

Diego Porque podáis acordaros,

y por ser en la milicia

la gala de más codicia,

un penacho quiero daros

excelente, cuyas plumas

en la fineza, y color,

unas son alas de amor,

y otras de Venus espumas.

Guzmán Yo lo estimo, porque veo

que en él, don Diego, me dais

las alas que imagináis

que en vuestra ausencia deseo.

Mas, pues, me le dais por prenda

de memoria, aunque confía

de vuestra amistad la mía,

que el olvido no la ofenda,

os quiero dar unos guantes

(Los guantes que Guzmán saque puestos sean bordados extraordinarios.)

en la hechura, y el olor,

en la materia, y valor,

a los que veis semejantes.

Que cuando no por su extraña

novedad los estiméis,

hacerlo al menos podréis,

por ser hechos en España.

Diego De vos en todo excedido,

y obligado me confieso,

y por venceros en eso,

me quiero dar por vencido.

Guzmán Estos brazos os darán

la respuesta. Adiós, don Diego.

(Abrázanse.)

DiegoAdiós, Tristán, lleva luego

aquel penacho a Guzmán.

Guzmán Siglos, Machín, considero

para partir los instantes,

lleva a don Diego los guantes,

que puesto a caballo espero.

(Vase.)

Machín Yo lo haré, mas si supiera

que tú no habías de rompellos,

por Dios que te hubiera de ellos

cortado una bigotera.

(Vase.)

Diego ¿Qué te detiene, Tristán?

TristánSolo a decirte que vi

mientras hablabas aquí

con Alonso de Guzmán

por esta esquina pasar

hacia la Iglesia mayor

a doña Ana.

Diego Dame, amor,

la ventura en alcanzar,

como el cuidado en seguir.

TristánTodo se alcanza obligando.

DiegoO he de vivir alcanzando,

o siguiendo he de morir.

(Vanse. Sale Miguel de Erauso, abriendo una carta, de soldado en cuerpo, y va dentro de la carta un retrato. Carta. Sobrescrito. Lee.)

MiguelAl alférez Miguel de Erauso, mi hijo,

en el puerto del Callao en los Reinos...



Ihre Fragen, Wünsche oder Anmerkungen
Vorname*
Nachname*
Ihre E-Mail-Adresse*
Kundennr.
Ihre Nachricht*
Lediglich mit * gekennzeichnete Felder sind Pflichtfelder.
Wenn Sie die im Kontaktformular eingegebenen Daten durch Klick auf den nachfolgenden Button übersenden, erklären Sie sich damit einverstanden, dass wir Ihr Angaben für die Beantwortung Ihrer Anfrage verwenden. Selbstverständlich werden Ihre Daten vertraulich behandelt und nicht an Dritte weitergegeben. Sie können der Verwendung Ihrer Daten jederzeit widersprechen. Das Datenhandling bei Sack Fachmedien erklären wir Ihnen in unserer Datenschutzerklärung.