E-Book, Spanisch, 288 Seiten
Reihe: Artes
Alcázar Performance: un arte del yo
1. Auflage 2014
ISBN: 978-607-03-0629-7
Verlag: Siglo XXI Editores México
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Autobiografía, cuerpo e identidad
E-Book, Spanisch, 288 Seiten
Reihe: Artes
ISBN: 978-607-03-0629-7
Verlag: Siglo XXI Editores México
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Es doctora en sociología por la UNAM, investigadora del Instituto Nacional de Bellas Artes (CITRU) y profesora en honoraria en Birkbeck, Universidad de Londres. Es autora del libro La cuarta dimensión del teatro. Tiempo, espacio y vídeo en la escena moderna, 2011. Realizó la selección de textos y la introducción del libro de Guillermo Gómez Peña, el Mexterminator, antropología inversa de un performance post mexicano, 2002; es coautora del libro Performance y arte-acción en América Latina, 2005. Coeditora del libro Performance y Teatralidad, 2005. Compiladora de 15 CD´s de la serie documental de Performance Mujeres en Acción, 2006, y de la Serie Performance en México, en edición bilingüe, que se inició en 2010. Ha sido profesora invitada en las Universidades de California y Pompeu Fabra de Barcelona
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INTRODUCCIÓN
En este libro analizo el performance como un arte del yo, como un arte que se inserta en el espacio autobiográfico y que se emparenta con diversas formas de búsqueda de la identidad y del autoconocimiento, como pueden ser la autobiografía, el autorretrato, el diario, el testimonio, el epistolario y las memorias. La palabra performance es un neologismo que aparece en la lengua castellana y que proviene de la expresión inglesa y que al castellanizarse pierde la palabra aclarativa . En México se suele decir el performance, sin embargo, en muchos otros países de habla hispana se dice la performance. Al performance también se le conoce como arte acción, y tiene como características principales ser un arte vivo, un arte ligado a la vida cotidiana donde el cuerpo del autor, su presencia física, es fundamental; y donde la experiencia real, corporal, es fuente de comprensión.
Cada época tiene diversas formas de conocimiento de sí mismo, y en la actualidad una de ellas es el performance, pues es una manifestación artística que invita a la autorreflexión. En esta investigación, a través del performance observo tendencias claves de la sociedad; lo analizo como un revelador cultural y social.
El performance surgió cuando algunos artistas plásticos, hartos de las limitaciones que les imponía su disciplina decidieron pasar del espacio representacional del lienzo al flujo vivo de la presencia. El performance o arte acción nació después de un proceso que pasó por el collage, el y el ensamblaje; un trayecto que parte de la representación y llega a la presencia. En el siglo XX se dio una ruptura epistemológica en la concepción del arte: el objetivo principal del arte dejaba de ser la creación de un objeto y lo importante pasaba a ser la experiencia, la vivencia; se llegó, así, a un arte donde el comportamiento y la actitud desplazaron al objeto. Y para ello las y los artistas1 decidieron utilizar su cuerpo como instrumento, como materia prima, como pincel y como plataforma.
El performance se despliega en y desde el cuerpo, el cuerpo se convierte en el soporte de la obra. Los artistas de performance buscan estrechar la distancia entre el arte y la vida. Surgido en la segunda mitad del siglo XX, el performance es un arte transdisciplinario que converge con la expansión del espacio autobiográfico que ha permeado todos los poros de la cultura. En diversas partes del mundo surgieron movimientos que buscaban ampliar la noción de arte: los happenings, el movimiento Fluxus, el accionismo vienés, el Gutai japonés, los situacionistas en Francia, el efímero pánico en México, el movimiento constructivista brasileño, la poesía visual, y otras neovanguardias.
En la actualidad hay una expansión del yo, una reconfiguración de la subjetividad contemporánea que va de la mano de la transformación de los espacios público y privado. En el performance lo público y lo privado están entreverados, lo individual y lo social se entrelazan. Los artistas del performance reflexionan sobre el arte, sus significados y sus límites, sobre el artista y su función, y todo ello a partir de la experiencia, de la vivencia. Por medio de una intensa reflexividad fusionan el proceso, el contexto social, la conciencia y la acción. El performance es un espacio que permite la expresión de los sujetos marginados por la modernidad, donde las identidades excluidas y negadas encuentran una zona de libertad para pronunciarse; es un lugar habitado por la pluralidad.
Si comparamos al artista de performance y al autobiógrafo vemos que uno y otro se vuelven el lugar del significado, los productores de sentido y los organizadores del conocimiento. En ambos el creador convierte su vida en creación; se toman a sí mismos como objetos de atención y análisis. Éstas son algunas de las similitudes que comparten autobiografía y performance. Sin embargo, también tienen una serie de diferencias que las distinguen. En la autobiografía, al yo que ha vivido se le añade un segundo yo que es creado en la experiencia de la escritura, hay un yo pasado y un yo actual que escribe; y hay una distancia adicional entre la escritura del texto y su lectura por parte del público. Mientras que en el performance el yo que reflexiona es el yo que está presente en el mismo momento de la acción, en el mismo espacio y tiempo que el espectador. En fin, a lo largo del libro analizo las semejanzas y las diferencias entre el performance y otras formas autobiográficas como las memorias, el diario o los testimonios.
Ya sea en las de Rousseau, en los autorretratos de Rembrandt o en los performances de hoy en día, sus autores pretenden conocerse en cuerpo y alma, desean mostrarse públicamente expresando sus reflexiones sobre sí mismos y sobre el ser humano, quieren exponer su vida o su autorretrato a la mirada de los otros. La atracción del público por estos géneros autobiográficos radica en que son especulares, a través de ellos intentan conocerse a sí mismos, buscan en ellos su propia imagen.
De todos estos procesos autobiográficos lo que me interesa destacar es la importancia de la autorreflexividad que se da en el proceso de conocerse a sí mismo y de transmitir este conocimiento a los demás. Existe una polémica sobre la posibilidad o no de alcanzar el conocimiento pleno de la identidad personal; y sobre si es auténtica o no la búsqueda de la identidad. Menciono la discusión pero no entro en ella.
Entre los géneros literarios la autobiografía ocupa un lugar cada vez más destacado. El espacio autobiográfico se ha expandido. Además de las autobiografías proliferan los diarios, las memorias, los autorretratos, el epistolario y las confesiones, a los que se agregan las entrevistas, los y, desde luego, los performances. Se podría decir que actualmente hay un constante y extenso escrutinio del yo. La frontera que separa lo público y lo privado se ha desdibujado y confundido, hay una fuerte vocación de expresar en público lo que antes se consideraba de exclusivo dominio de lo privado.
La ampliación del espacio autobiográfico muestra que vivimos en una época de expansión de la reflexividad, en un intento de ser conscientes del propio yo. El performance se ha confundido con narcisismo y egolatría; sin embargo, los artistas establecen una relación entre su yo íntimo y el compromiso social; es un yo que conecta la esfera privada con el espacio público, un yo proyectado a la comunidad, un yo con proyección estética. En resumen, un yo que retoma el lema feminista de “lo personal es político”. En el performance no se busca la integración a la normatividad sino que, por el contrario, busca la transgresión de lo establecido.
Analizo el surgimiento del performance como un entrelazamiento de la introspección y el entramado social que crea nuevos códigos en el lenguaje del yo. Expongo la forma en que a partir de su cuerpo el artista del performance estudia y examina temas como la identidad, la memoria, las emociones y los límites corporales, tanto físicos como emocionales. Pero los artistas también ponen en duda el arte, su significado y sus parámetros; debaten si el arte debe ser una mercancía, reflexionan sobre la pasividad de los espectadores; en fin, utilizan su cuerpo para exponer e investigar hábitos, prácticas y costumbres rutinarias para hacerlas conscientes y, en su caso, transformarlas. Observo al performance como una expresión artística a la cual se puede acceder libremente, ya sea como practicante o como participante, pues lo más importante es la experiencia.
Para llevar a cabo esta investigación ha sido fundamental el trabajo de campo, al cual me he dedicado desde hace más de quince años. En el año 2002, asistí al taller de performance impartido por Mónica Mayer sobre “Performance y autobiografía”, que marcó hondamente mi manera de analizar el performance. Agregaría que escogí el tema de la autobiografía en el performance por el impacto que ha tenido en mi propia vida, pues a través del performance he aprendido a ver y vivir la vida de otra manera.
El performance es un arte interdisciplinario y como tal hay que estudiarlo. Esta investigación se inscribe dentro de las corrientes que propugnan una perspectiva pluralista, interpretativa y abierta.2 En el performance no hay una narrativa dominante pues se abre a un sin fin de posibilidades.
Las opiniones de los artistas aquí citados son producto de mi investigación, los he entrevistado, he visto sus performances, he platicado con ellos, me han compartido su archivo y han escrito a solicitud mía un texto a manera de autoconfesiones. De esta forma he podido tejer una serie de reflexiones sobre el performance en México.
El papel de la iconografía es muy importante; por lo tanto quiero agradecer a todos los artistas por el material que me han proporcionado y a los fotógrafos por permitirme usar sus imágenes. En algunos casos he generado yo misma la documentación. Sin embargo, las fotos son sólo un fragmento de la acción y, por lo tanto, se pierde la idea de proceso que es...