E-Book, Spanisch, 160 Seiten
Reihe: GS
Aparicio Valls Diálogo entre religiones
1. Auflage 2013
ISBN: 978-84-288-2295-4
Verlag: PPC Editorial
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Identidad y apertura
E-Book, Spanisch, 160 Seiten
Reihe: GS
ISBN: 978-84-288-2295-4
Verlag: PPC Editorial
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Carmen Aparicio Valls (Cartagena, 1954) es licenciada en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid y doctora en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma). De 1989 a 1999 trabajó en el Consejo Pontificio para los Laicos. Desde 1994 es profesora de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde desde 1999 es profesora adjunta en la Facultad de Teología, Departamento de Teología Fundamental. Es autora de numerosos artículos en revistas como Gregorianum, Revista Española de Teología, Ricerche Teologiche, Crítica o Vida Nueva. Asimismo ha participado como ponente y conferenciante en diversos congresos y encuentros.
Autoren/Hrsg.
Weitere Infos & Material
PRESENTACIÓN
Uno de los temas que hoy son de máxima actualidad es sin duda el diálogo interreligioso. No se trata de algo nuevo, todo lo contrario, pero, aunque no sea nuevo, hoy está de moda, o al menos se mueve en unas coordenadas distintas. Si bien en el siglo XX la Iglesia tuvo que enfrentarse con el ateísmo como fenómeno de masas, se dice que el diálogo interreligioso es el reto que la Iglesia del siglo XXI tiene delante. El diálogo se ha convertido en una palabra clave para la reflexión teológica y para la práctica de la Iglesia 1, de tal forma que la teología de las religiones hoy tiene un puesto importante dentro de la reflexión teológica 2. Sin embargo no podemos reducir el diálogo interreligioso a un tema de moda. El diálogo del cristianismo con las otras religiones del mundo es algo que se ha ido llenando de sentido y que, en cierto modo, se ha ido modificando en la medida en que la misma Iglesia se ha ido comprendiendo con más hondura y ha profundizado en las propias verdades de fe; al mismo tiempo, el encuentro entre las religiones está llevando a un cambio de mentalidad y actitud que se percibe incluso en un cambio de lenguaje. Bien podemos decir que estamos ante un «signo de los tiempos», es decir, ante una realidad que manifiesta una presencia de Dios y que conduce a la conversión 3. También tenemos que reconocer que aunque el diálogo entre las religiones es algo urgente y necesario, no es fácil, y es imprescindible prepararse para ello si no queremos caer en equivocaciones y errores.
La relación entre las religiones no es una novedad, incluso en la Biblia se hace referencia a un pluralismo religioso coexistente. A lo largo de la historia encontramos contextos y situaciones donde han convivido distintas religiones, unas veces de forma pacífica, otras con enfrentamientos. Por tanto, la novedad no está en el encuentro, sino en la forma de concebir la relación. Es importante detectar las causas que han ido provocando un cambio en la forma de concebir el pluralismo religioso, y también saber cómo van caminando las cosas y hacia dónde se orientan, sin esconder las dificultades o problemas que todo esto plantea 4.
Uno de los motivos del interés del tema es debido a la ruptura de las «fronteras religiosas», ruptura en parte favorecida por los movimientos migratorios de los últimos años y también por los intercambios de diverso tipo entre personas de distinto contexto cultural y religioso. Esto ha hecho que el mundo plural que ya existía no esté cerrado en compartimentos, sino que cada vez se favorezca más y sea más real la relación entre los distintos grupos. Junto a los movimientos migratorios también hay que tener en cuenta la facilidad de comunicación a través de los mass-media, que lleva a un conocimiento mayor de «lo diverso».
Hoy vivimos en sociedades plurales en todos los niveles, y, por tanto, religiosamente mixtas, donde surgen distintas formas de relación entre las religiones; vivimos en un mundo «global» donde cada vez es más urgente aceptar la diversidad, y donde además el problema del diálogo interreligioso no solo es cuestión de expertos, sino que lo vive la gente común, en los ámbitos donde se desenvuelve la vida cotidiana, aun sin buscarlo 5. Se constata cómo este fenómeno de cercanía y globalización con frecuencia conduce a dos posturas opuestas: aceptación de lo distinto (que lleva a la apertura y al diálogo) o defensa de lo propio (radicalismos y creación de guetos). También hace que surjan miedos, porque al encontrarse con algo que no se domina se pierden las seguridades y surge incluso el miedo a desaparecer ante lo que aparece como más fuerte o a perder la propia identidad. Obviamente, los dos peligros constantes en la historia de la humanidad, el fundamentalismo (total seguridad en la propia identidad, que lleva a encerrarse en sí mismo y a pensar que todo lo exterior es un peligro) y el sincretismo (que lleva a disolverse hasta perder la propia identidad), también están presentes. Esto puede llevar a actitudes opuestas: de apertura y aceptación hasta el extremo de pensar que todo es igual o a actitudes de intolerancia. En el fondo, los dos peligros manifiestan una incapacidad de dar razón de la propia fe 6. La solución estará en buscar una forma de comunicación que respete a cada una de las partes y que lleve a actuar de forma responsable.
Por lo tanto, una vez más en la historia, en un contexto nuevo, surge el problema de la relación entre las religiones. Albert Dulles, en un interesante artículo escrito a raíz de los atentados del 11 de septiembre, identifica cuatro modelos o formas de relación entre las distintas religiones del mundo, algunos de ellos superados, al menos en gran parte 7: el primer modelo es el de coerción, en el que las autoridades políticas imponían una única religión en su territorio. Este modelo ha predominado en gran parte de la historia humana, pero hoy, en un mundo «globalizado», es insostenible. El segundo modelo, el de la convergencia, sostiene que las religiones coinciden en los aspectos esenciales y que sus diferencias son exteriores, pero esto, según el autor, contradice la identidad histórica de las religiones y lleva a renunciar a las propias convicciones 8. El tercer modelo es el del pluralismo religioso, que afirma que todas las religiones reflejan aspectos de lo divino, todos parcialmente verdaderos, pero que al mismo tiempo cada religión tiene que integrar los elementos de verdad que se encuentran en las otras religiones 9. El cuarto modelo es el de la tolerancia, que no significa plena aceptación de todo, sino plena libertad religiosa. Dulles propondrá una relación entre las religiones basado en este último modelo.
Junto a las causas del interés del tema que hemos indicado también es importante tener en cuenta el cambio de actitud y mentalidad respecto a las diferentes religiones, cambio grande en lo que se refiere al modo en que la Iglesia católica se ha situado frente a las otras religiones y al camino que la reflexión teológica está haciendo. Caminamos hacia modelos de tolerancia; en la base del auténtico diálogo está la sumisión de todos y cada uno a sus propias creencias religiosas junto con una apertura a los puntos de vista de los demás 10. Esto no quiere decir que desaparezcan las dificultades. Entre estas podemos mencionar la dificultad debida a la mutua ignorancia sobre la fe de los interlocutores, la existencia de prejuicios o ideas predeterminadas, las dificultades que surgen de las diferencias radicales entre las religiones en la forma de concebir y relacionarse con Dios 11.
Ante la realidad y aceptación del pluralismo religioso, la teología se interroga sobre el significado que las religiones distintas al cristianismo tienen en el plan de Dios. De este interrogante, y de las distintas formas de situarse ante las otras religiones, nacerán las diversas formas de una teología de las religiones. La teología también se preguntará sobre algunas de las verdades de la fe cristiana que, a la luz del diálogo con las otras religiones, serán profundizadas.
Empezaré presentando el «recorrido» que sobre este tema se ha hecho y se está haciendo en la teología cristiana, con un acento particular en la aportación concreta del Vaticano II y su repercusión en la teología católica. También presentaré brevemente algunas de las aportaciones más significativas de Pablo VI y de Juan Pablo II, en continuidad con el Concilio.
Una de las condiciones para que el diálogo sea auténtico es la capacidad de exponer claramente la propia fe, por eso dedicaré un espacio a exponer los presupuestos teológicos fundamentales del cristianismo a partir del documento que en 1996 preparó la Comisión Teológica Internacional, El cristianismo y las religiones. Junto a estos presupuestos es importante reflexionar sobre la revelación y la función salvífica de las religiones, es decir, nos preguntaremos en qué forma podemos decir que las religiones son caminos de salvación, caminos que conducen a Dios.
A partir de estos presupuestos y visión general del tema entraremos en el llamado paradigma pluralista, acercándonos a algunos de sus representantes, haciendo una valoración de estos modelos y afrontando un tema que presenta dificultad en ellos: ¿cómo compaginar el diálogo y la evangelización?
Por último presentaré brevemente tres retos que de forma distinta están presentes en el diálogo entre las religiones y que ayudan a profundizar en él: la globalización, característica del mundo de hoy y que obliga a dialogar y relacionarse de una forma nueva; el Reino de Dios, que lleva a superar posturas que limiten la participación en él; la oración, momento privilegiado de encuentro del hombre con Dios.
Es importante decir que me sitúo ante el tema como cristiana, miembro de la Iglesia católica. Por tanto, los presupuestos desde los que me muevo son estos, a los que no quiero renunciar. También es importante decir que de los...