E-Book, Spanisch, 184 Seiten
Reihe: Horizontes Universidad
Casanova Correa / Vargas Vergara La inclusión de los ODS en educación superior
1. Auflage 2025
ISBN: 978-84-19506-67-2
Verlag: Ediciones Octaedro
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
E-Book, Spanisch, 184 Seiten
Reihe: Horizontes Universidad
ISBN: 978-84-19506-67-2
Verlag: Ediciones Octaedro
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Juan Casanova Correa. Profesor en el Departamento de Didáctica de la Universidad de Cádiz desde 1999. Ha impartido docencia en los grados relacionados con la formación de los futuros docentes de educación infantil y primaria. También ha formado parte del equipo docente del máster de Educación Ambiental. Ha publicado artículos y capítulos de libro relacionados con la formación docente y la sostenibilidad. Se ha centrado especialmente en la adopción de un estilo de vida que ayude a la captura de carbono a través de la generación y el consumo de alimentos producidos desde la perspectiva regenerativa. Ha dirigido proyectos relacionados con esta misma temática y presentado comunicaciones en congresos internacionales. Montserrat Vargas Vergara. Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla. Máster Universitario en Educación Social y Animación Sociocultural por la Universidad de Sevilla. Doctora por la Universidad Pablo de Olavide en el Programa de Evaluación, Mejora y Calidad en la Educación Superior. Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad Pablo de Olavide. Mediadora Civil, Mercantil y Familiar por la Universidad Rey Juan Carlos. Miembro del Grupo de Investigación Acción Socioeducativa, de la Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social. Directora del laboratorio «Civitas-Lab: laboratorio de la ciudadanía» (INDESS). Codirectora del programa de radio Proyecto Sociedad (Radio Alma Bruselas). Imparte docencia en grado de Educación Infantil y Primaria y en el Máster de Profesorado de Secundaria.
Autoren/Hrsg.
Weitere Infos & Material
1
De la proyección social de la universidad y empoderamiento de la ciudadanía para la sostenibilidad al Proyecto Juventud en Red ODS
MONTSERRAT VARGAS VERGARA
Teoría e Historia de la Educación. UCA
JUAN CASANOVA CORREA
Didáctica y Organización Escolar. UCA
ESTHER PUERTAS CRISTÓBAL
Vicerrectorado de Internacionalización. UCA
1. La función social de la universidad
1.1. La universidad como promotora de cambio
La Educación Superior debe asumir su papel esencial, el desarrollo de las sociedades y la formación de individuos preparados para afrontar los desafíos del siglo XXI que se identifican en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El planeta, las personas, la prosperidad, el partenariado y la paz son las dimensiones que se contemplan para la sostenibilidad y deben orientar la acción educativa en todos los niveles en general y la Educación Superior en particular.
Hablar de Educación Superior identificándola con la universidad es hablar de mucho más que instrucción, conocimiento, aprendizaje o resultados. Es hablar de personas, de proyección a la sociedad, de permeabilidad, de valores, de crecimiento personal con capacidad para participar en la sociedad, pero, sobre todo, es hablar de compromiso social.
Dentro de la función de la universidad, se identifican las dimensiones relacionadas con la docencia e investigación, que ya fueron cuestionadas por Ortega y Gasset (1930), quien vio amenazada la función de transmisión de la cultura en el predominio de la investigación:
Ha sido desastrosa la tendencia que ha llevado el predominio de la investigación en la universidad. Ella ha sido la causa de que se elimine lo principal: la cultura. Además, ha hecho que no se cultiva intensamente el propósito de educar profesionales ad hoc. (Ortega y Gasset, 1930, p. 13)
Se desprende de esta afirmación que la permeabilidad entre sociedad e institución educativa se veía amenazada suponiendo un distanciamiento entre la sociedad y la institución.
La situación social actual, marcada por la pandemia post-Covid-19, una gran cantidad de conflictos bélicos, un deterioro preocupante del planeta y el cambio climático, junto con una crisis social y económica que afecta a todos los rincones del planeta, ha puesto en evidencia la necesidad de revisar y repensar la dimensión social de la universidad.
Se podría hablar de responsabilidad social universitaria (Vergara, 2023), en el sentido de rendición de cuentas, pero la gravedad de la situación requiere tornar el discurso hacia la necesidad de incluir la sociedad y su problemática en la universidad. Esto supone un análisis institucional a fin de revisar la idoneidad de lo que se enseña, se aprende y se investiga, al tiempo que se evalúan no tanto los actos como el impacto, las consecuencias y las repercusiones en la sociedad.
1.2. Los ODS como marco de referencia para las universidades
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una excelente hoja de ruta, para orientar las acciones de la universidad. Autores como Martínez-Usarralde, Lloret-Catalá, Mas-Gil (2017) consideran que:
Resulta sustancial establecer compromisos entre los interlocutores sociales para lograr fines vinculados a la calidad de vida, igualdad de oportunidades, participación real, equidad, inclusión y justicia social. (2017, p. 3)
Esto supone una apertura a entidades e instituciones y, sobre todo, a la comunidad más cercana, ofreciendo respuestas y dando soluciones a cuestiones se puedan relacionar con la docencia y la investigación. Por ello, se apuesta por acciones de innovación educativa, que incorporan los ODS en la docencia universitaria y la formación de futuros profesionales.
En 2022, la Comisión Europea, en un comunicado de prensa titulado Educación Superior: preparar a las universidades de la UE para el futuro mediante una cooperación transnacional más profunda, apela a las universidades y otras instituciones de Educación Superior, a tomar conciencia sobre los grandes retos a los que se enfrenta Europa. Entre ellos, se identifican el cambio climático, la transformación digital y el envejecimiento de la población, sin olvidar las consecuencias sanitarias, sociales y económicas tras la pandemia.
Las universidades, y todo el sector de la educación superior, se encuentran en el centro neurálgico de la educación, la investigación y la innovación, y tienen una función esencial a la hora de configurar economías sostenibles y resilientes y hacer que la Unión Europea sea más ecológica, inclusiva y digital. (2023, p. 1)
Dentro de las estrategias planteadas en dicho documento, se establece como objetivo el impulso a las universidades como motores del papel y el liderazgo mundial de la UE. Por todo ello, es necesario la revisión de las metodologías de investigación y la naturaleza de los datos, apostando por paradigmas cualitativos que permitan que emerjan los temas sociales que debieran ser objeto de investigaciones y den contenido a las distintas asignaturas que conforman los programas de formación.
Ya en 1996, el Informe Delors consideraba que la Educación Superior debería contribuir a la formación de ciudadanos conscientes y responsables, capaces de participar en la vida democrática y promover valores como la tolerancia y la solidaridad. Se hacía especial alusión a la dimensión cívica y ética, que son los principios que deben orientar la formación universitaria y que se concretan en la actualidad en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Posteriormente, en 1998, la Declaración Mundial sobre la Educación Superior consideraba que:
Las instituciones de educación superior deben formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas y buscar soluciones para los que se planteen a la sociedad, aplicar estas y asumir responsabilidades sociales. (1998, p. 3)
Se evidencia con estas aportaciones el papel que se le ha otorgado a la universidad como promotora del cambio social. Tomar, por tanto, los ODS como una referencia puede ayudar a la evaluación de las acciones que están en curso y orientación para el diseño de estrategias de actuación. Tal y como se muestra en la figura 1, los ODS pueden y deben verse como un espejo en el que se reflejan las actuaciones que se realizan desde la universidad. De esta forma, se puede tener una visión más sostenible de la utilidad de lo que se enseña, se aprende y se investiga. No solo se hace referencia a cuestiones de temáticas o campos de conocimiento, sino también a la utilidad y rentabilidad de la investigación y formación de los futuros profesionales en cualquier ámbito de conocimiento.
Figura 1. Esquema del impacto de las acciones en los ODS. Fuente: elaboración propia, Montserrat Vargas Vergara (2023)
La problemática social y educativa en la que nos encontramos nos lleva necesariamente a abordar temáticas que incluyan una dimensión sostenible y, sobre todo, de utilidad para el territorio en el que se desarrolla la actividad universitaria.
El nuevo panorama social-educativo-ambiental se muestra en el informe de la Unesco (2021) Un nuevo contrato social, que considera:
[...] la necesidad apremiante de replantearnos por qué, cómo, qué, dónde y cuándo aprendemos, suponen que la educación aún no está cumpliendo su promesa de ayudarnos a forjar un futuro pacífico, justo y sostenible. (Unesco, 2021, p. 6)
La educación como medio para la transformación social y la universidad como promotora de dicho cambio ya se había asumido en la Conferencia de París 1998.
Las dimensiones mostradas en la imagen son una excelente opción para el análisis y posterior diseño de las acciones formativas y de investigación que se realizan en la universidad:
•Lo que se enseña.
•Lo que se aprende.
•Lo que se investiga.
Esta idea recuerda la propuesta que en 1987 hacía García Hoz en su obra sobre la pedagogía visible y la educación invisible, quiere decir; lo que realmente se transmite en el proceso educativo que va más allá de programas y evaluaciones.
Por ello, es precisa una evaluación institucional en la que se puede evidenciar hasta qué punto, las instituciones educativas están, desde esa educación invisible formando y educando para la sostenibilidad, el cambio y la transformación social; en definitiva, se trata de valorar hasta qué punto la educación está contribuyendo a la educación de la ciudadanía.
2. Hacia una sociedad sostenible a través de la Educación
El 16 de enero de 2016, en un diario digital se recogió esta declaración de Stephen Hawking: «La humanidad está en riesgo y muchos de los peligros los hemos creado nosotros mismos» (David Shukman, BBC News-Mundo). Y los tres peligros que resalta son la guerra nuclear, el calentamiento global y los virus modificados genéticamente.
Si hablamos de sociedad (humanidad) sostenible, nos referimos a la constatación de la insostenibilidad de la humanidad en la Tierra si no modificamos algunos de los parámetros de «crecimiento» en los que se ha ido desarrollando la humanidad hasta ahora. Especialmente el del...