E-Book, Spanisch, Band 289, 126 Seiten
Reihe: Teatro
De Morales / Azar Triunfo de los santos
1. Auflage 2010
ISBN: 978-84-9953-475-6
Verlag: Linkgua
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
E-Book, Spanisch, Band 289, 126 Seiten
Reihe: Teatro
ISBN: 978-84-9953-475-6
Verlag: Linkgua
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Pedro de Morales (Valdepeñas, 1538-Murió en la capital de Nueva España en 1614). España. Pedro de Morales ejerció como abogado en Madrid y en Granada antes de entrar en la Compañía de Jesús en 1570. Partió a la Nueva España con la expedición que incluía a Pedro de Hortigosa para 'leer las artes y teología' en el Colegio de San Pedro y San Pablo. Trabajó como calificador e inquisidor del Santo Oficio y como consultor en el Tercer Concilio Mexicano en 1585. La crónica de Pedro de Morales no sólo hace una descripción pormenorizada de los diferentes elementos de la celebración; entre ellos música, danzas y adornos indígenas, sino que incluye algunos textos literarios escritos para acompañar la festividad, lo que aporta una valiosa información sobre este tipo de actos públicos. Vale destacar que en el Virreinato de México la práctica teatral tuvo para la Compañía de Jesús una finalidad 'catequística', el drama servía en la labor educativa de la Compañía. Según Ignacio de Loyola se debía de hacer más ameno e interesante el magisterio con la realización de actividades como la rima de versos o la práctica de diálogos recitados.
Autoren/Hrsg.
Weitere Infos & Material
Jornada segunda
Escena I
Entran Doroteo, Gorgonio, Pedro.
DoroteoEterno Dios, trino y uno,
poderoso, manso y fuerte,
dame tan dichosa suerte
que en lugar ni tiempo alguno
deje de reconocerte;
Pues en tanta multitud
del pueblo ciego, pagano,
extendiste a mí tu mano
dándome fuerza y virtud
para que fuese cristiano.10
¿Qué mayor merecimiento,
o qué partes viste en mí,
qué valor, o qué talento,
que dejando otros sin cuento
quisiste juntarme a ti?
Póneme en gran confusión
tan precioso beneficio,
con la grande obligación
y la débil afición
que tengo de tu servicio.20
Que al César gentil mundano
sirvo con gran diligencia,
y a veces en tu presencia
está el pensamiento vano
sin temor ni reverencia.
Bien quisiera yo, Señor,
hallarme desocupado
de humano fausto y honor
para que con más fervor
de mí fueras venerado.30
Mas para favorecer
a tus flacas ovejuelas
con el humano poder,
y en el bien darles espuelas,
habréme de entretener.
Una cosa sola aflige
el cristiano corazón,
temer la persecución,
pues el que el imperio rige
es de extraña religión.40
¡Oh si tiempo nos viniese
que el emperador Augusto
nuestra santa fe creyese,
y todo el mundo sirviese
a ti sólo Santo y justo!
Veo que la mayor parte
de los que fueron criados
para servirte y gozarte
andan ciegos y errados,
huyendo de venerarte.50
Y la honra a ti debida
como a supremo Señor
tiene el humano error
al demonio convertida,
y esto causa mi dolor.
Pero un consuelo me has dado,
que en los palacios profanos
donde estoy autorizado
hay caballeros cristianos
con quien vivo acompañado.60
PedroTriste caso es el que pasa,
horrendo, terrible y feo.
GorgonioTengo entrañable deseo,
que mi corazón se abrasa
de hablar a Doroteo.
PedroBusquémosle, que es razón
que de todo sea avisado
en coyuntura y sazón,
de dónde pende el estado
de nuestra fe y religión.70
DoroteoEn sólo oír, caballeros,
la voz de mí deseada,
salí luego para veros.
PedroTus dos días de jornada
nos han sido años enteros.
GorgonioNo sufre más dilación
un grave negocio urgente
que anda en la corte al presente,
que trata de la aflicción
de nuestra cristiana gente.80
El consejo congregado
por el César hoy ha sido
y está muy determinado
que sea desbaratado
nuestro bando y perseguido.
Hoy los tiene de llamar
para que públicamente
se divulgue a toda gente
que se quiere ejecutar
el decreto pestilente.90
DoroteoSoberano Dios, ¡cuán justo
es tu juicio secreto,
que persiguiendo al perfecto,
el malo viva a su gusto,
y el bueno le esté sujeto!
Si tus promesas tan ciertas
no confortan nuestro pecho,
¡cuán cerradas y cuán muertas
estarán, Señor, sus puertas
para el eterno provecho!100
Que los bienes temporales
atrapan nuestro sentido,
y el temor de graves males
tiene casi pervertido
el seso de los mortales.
Pero bien sé que nos amas
y por vías muy diversas,
aunque parecen adversas,
a tus escogidos llamas,
con quien tratas y conversas.110
GorgonioEstábamos alentados
porque, aunque el emperador
no nos daba algún favor,
vivíamos descuidados
de humano perseguidor.
Mas si nuestro Dios ordena
que seamos perseguidos,
sea muy en hora buena,
que seremos socorridos
en el tormento y cadena.120
PedroUna duda es bien tratemos,
si la guerra cruda viene,
si es bien que disimulemos
o por ventura conviene
luego nos manifestemos.
Que aunque muy cierto estamos
que perdiendo nuestras vidas,
antes las perpetuamos
si a Dios las sacrificamos,
por quien fueron concedidas.130
Pero viviendo podremos
dar ánimo en el tormento
al que en peligro veremos,
y con esto llevaremos
muchos al eterno asiento.
GorgonioSi ocasión se nos ofrece
para poder bien mostrarnos,
noble Pedro, a mí parece
que a tal punto no carece
de culpa el disimularnos.140
Que aunque es verdad que servimos
a nuestro Dios con la vida,
mayor merced recibimos
imitando al que creímos
en la pasión y partida.
DoroteoEn esa misma sentencia
estoy yo determinado
que se declare mi estado
en la universal presencia
del príncipe y del Senado.150
Que nuestra caballería,
nuestro valor y nobleza
no admite la cobardía,
el temor y la flaqueza
que en encubrirnos habría.
Y si a nuestro Dios pluguiere
darnos tan dichosa pena,
sea mucho en hora buena;
ordene como quisiere,
que ésa es la parte más buena.160
PedroGran dulzura me habéis dado
con vuestras fuertes razones,
que lo que fue preguntado
fue por quedar saneado
de tan nobles corazones.
Que si en mi querer se pone,
mucho tiempo ha que desea
mi corazón que le sea
dada (si Dios lo dispone)
muerte con que le posea.170
Y para animar a todos,
grandes, pequeños, medianos
que mueran como cristianos,
no hay otros mejores modos
que morir entre tiranos.
Que la sangre derramada
con ánimo pío y recto
tendrá en esto más efecto
que la vida conservada
con el recato y secreto.180
DoroteoEntienda el emperador
y todo el pagano bando
que hay mucha gente de honor
que muere por su Señor
y esto vive deseando.
Y pues es consentimiento
común de todos honrar
a Cristo con publicar
su fe con divino aliento,
no hay aquí más que tratar.190
Sólo resta que en tal trance
a nuestro Dios invoquemos,
y a su madre supliquemos,
que firmeza nos alcance
para lo que pretendemos.
GorgonioSeñor, que todo lo sabes,
infinito, inmenso y fuerte,
que en todo el mundo no cabes,
no impidan mis culpas graves
una tan dichosa suerte.200
Que si servirte es reinar,
¿qué será por ensalzarte
y por tormento imitarte,
si no perdiendo ganar,
eternamente gozarte?
PedroNo cabe en merecimiento
don tan raro y soberano,
no cabe en entendimiento
el sumo gozo que siento
en verme a morir cercano.210
El Señor a quien adoro
ha de dar la fortaleza,
porque el tormento y...




