E-Book, Spanisch, Band 2, 216 Seiten
Reihe: Estímulos Matemáticos
Desafíos matemáticos
1. Auflage 2015
ISBN: 978-84-675-7718-1
Verlag: Ediciones SM España
Format: Unbekannt
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
E-Book, Spanisch, Band 2, 216 Seiten
Reihe: Estímulos Matemáticos
            ISBN: 978-84-675-7718-1 
            Verlag: Ediciones SM España
            
 Format: Unbekannt
    Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Sesenta autores, desde catedráticos de universidad hasta estudiantes de Secundaria y Bachillerato, nos presentan los cuarenta desafíos que la Real Sociedad Matemática Española propuso con motivo de su centenario.Son cuarenta estimulantes retos que avivan el ingenio. Enfrentándose a ellos, el lector se sentirá un auténtico investigador matemático.Pero no hay que asustarse. No es necesario saber muchas matemáticas. La herramienta esencial para resolver los desafíos es pensar ordenadamente.
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Prólogo
traba un mapa de carreteras y ciudades y retaba a los lectores a recorrerlas todas y volver a la salida sin pasar dos veces por el mismo lugar. Unos 120.000 internautas pincharon el vídeo y 3.400 enviaron sus soluciones. Acababan de nacer, con un éxi-to inesperado para sus promotores, nuestros desafíos matemáticos.
No es tan difícil triunfar un día. Lo complicado era mantener el pulso durante 30 se-manas, que luego fueron diez más, en parte porque el éxito de nuestros problemas llevó a marketing a prolongar la promoción. Pero entre todos lo conseguimos. Adolfo movilizó a matemáticos de toda España para que plantearan los desafíos y hasta logró que el futbolista internacional Juan Mata propusiera uno de ellos. Yo prolongué mi jornada para que, más o menos puntualmente, salieran los retos y las soluciones, y adonde no pude llegar llegó la generosidad de mi compañero José Luis Aranda, cómplice de esta aventura. Y la profesionalidad y la paciencia de los chicos de Mul-timedia, Paula Casado, Álvaro Rodríguez de la Rúa y Luis Almodóvar, se plasmaron en unos vídeos de estupenda calidad.
Ya lo sé: tampoco inventamos la rueda. Fue una iniciativa simpática, original y didác-tica que tuvo cierta repercusión, aunque sin trascendencia cósmica. Pero me hacía ilusión contarles cómo arrancó porque tras 15 años en este oficio del periodismo, y hasta ahora que emprendo una aventura al otro lado del océano, es el proyecto del que estoy más orgulloso, en el que he puesto más cariño y el que me ha hecho más feliz.
Aclaro que no soy experto en números. Estudié bachillerato mixto, me quedé en las integrales y las derivadas y no sacaba las mejores notas en esa asignatura. Pero desde niño, seguramente por influjo de mi abuelo Manolo, me apasionan la matemá-tica recreativa y los acertijos de lógica. Me encantan y voy más allá: creo que al que no le gusten es porque no se ha puesto a ello, por pereza o por un trauma infantil provocado por alguna mala pedagogía. Lo siento, en eso soy absolutamente intran-sigente.
Y para animar a quienes tuercen el gesto cuando se enfrentan a un desafío más complicado que una suma, voy a explicar los dos mejores motivos que encuentro para amar esta ciencia. A ver si evangelizo a algún escéptico. Primero, las matemáti-cas son divertidas. Me ofrecen un entretenimiento barato, sano e inagotable.
Les cuento un ejemplo: hace un mes compré un libro con problemas numéricos y de ingenio. Resolví bastantes pero uno se me resistió, lo memoricé y desde entonces lo uso como antídoto contra el aburrimiento. Cuando el metro se para entre dos esta-ciones, en los viajes trasatlánticos en los que ya no sé como distraerme, cuando in-tento dormir y el sueño no llega, hago gimnasia mental y pienso en el problema. Sé que algún día lo resolveré y, les garantizo, sentiré una alegría no menor a la del fut-bolista que marca un gol en un partido clave o a la del arqueólogo que encuentra el sarcófago de un faraón tras meses de picar...





