E-Book, Spanisch, 288 Seiten
García Rodríguez Economía cubana en dos tiempos (Siglo XIX y XX)
1. Auflage 2023
ISBN: 978-959-309-127-5
Verlag: RUTH Casa Editorial
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
E-Book, Spanisch, 288 Seiten
ISBN: 978-959-309-127-5
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Gloria García Rodríguez (1941-2013). Licenciada en Historia en la Universidad de La Habana (1968). Investigadora Titular del Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Cuba y luego hasta su fallecimiento del Instituto de Historia de Cuba. Doctora en Ciencias Históricas, Profesora Titular de la Universidad de La Habana y Académica Titular de la Academia de Ciencias de Cuba a partir de 2006. Fue miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe, Latin American Studies Association y Sociedad Económica de Amigos del País. Recibió el Premio de la Crítica en múltiples ocasiones, además de la Distinción por la Cultura Cubana (2001), Distinción Julio Le Riverend Brusone (2004), Premio Félix Varela (2007) y Premio Nacional de Historia en el 2013.
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Prólogo
La obra de Gloria García (1941-2013) constituye un obligado referente para los estudiosos de la historia de Cuba. Así queda revelado en su extenso currículo científico.
Ejerció el periodismo historiográfico en la revista Mella, bajo los auspicios de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), desde 1959 hasta 1964. En este último año ingresó a la entonces Academia de Ciencias de Cuba, específicamente en el Archivo Nacional de Cuba, bajo la dirección del doctor Julio Le Riverend, en un grupo de trabajo multidisciplinario, con énfasis en los estudios históricos nacionales orientados hacia los intercambios sistemáticos de las corrientes historiográficas y científico-sociales prevalecientes en el mundo académico internacional en su conjunto.
Como secretaria científica del Instituto de Historia de Cuba (1969-1973) impulsó las investigaciones de historia económica y política de Cuba y América, a la vez que organizó numerosos talleres internacionales sobre cuestiones metodológicas presentes en el ámbito económico europeo.
En igual dirección proyectó su labor como jefa del Departamento de Historia en la Academia de Ciencias de Cuba (1976-1981).
La multidisciplinariedad de Gloria durante aquellos años se evidenció al impulsar diferentes actividades científicas como miembro de la Comisión Nacional de Monumentos, del Consejo Asesor del Museo Numismático del Banco Nacional de Cuba, colaboradora de la Comisión Nacional de Historia de la UJC (1966-1969) y de la Sección de Historia del Movimiento de Activistas de Historia del Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del PCC durante los años en que esta sección funcionó, así como en la realización de múltiples investigaciones estrechamente relacionadas con la sociología, la literatura, la etnología y la antropología social. En este último sentido, su universo de colaboración abarcó todo el país. De ahí, precisamente, que pueda considerarse como pionera en los estudios socioeconómicos culturales de la historia regional.
Sus investigaciones comenzaron a socializarse en el ámbito internacional, al integrar el Grupo Cubano-Alemán de Investigaciones Históricas y Económicas, creado en las Academias de Ciencias de Cuba y la ex-RDA. De ahí su participación en publicaciones sobre los monopolios y sus efectos en las economías insulares.
Otro elemento significativo de su polisemia científica lo constituye la labor desplegada en la confección de los atlas históricos, José Martí y Nacional de Cuba, de las provincias de Matanzas y Camagüey y en las comisiones de carácter científico de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
A lo anterior debe agregarse su participación activa en importantes expediciones multidisciplinarias tales como a la entonces Isla de Pinos, Guane, Yateras y Santa Cruz del Norte, cuyas experiencias fueron plasmadas en informes, ensayos y artículos de relevancia epistemológica.
Su sabiduría se hizo sentir, además, como integrante del Tribunal de Categorías Científicas del Archivo Nacional, del Comité Central del PCC, el Instituto de Literatura y Lingüística, de los Consejos Científicos constituidos en el Instituto de Historia perteneciente a la Academia de Ciencias y, posteriormente, del Instituto de Historia de Cuba y el Centro de Estudios sobre la Juventud auspiciado por la Unión de Jóvenes Comunistas.
Su obra historiográfica trasciende por su solidez científica, calidad expositiva y representatividad en el presente y devenir de la ciencia especializada en la historia nacional.
Gloria fue continuadora de los estudios de historia económica iniciados por Julio Le Riverend. En esta área del saber aportó elementos valiosos, factuales e interpretativos sobre los procesos inherentes a la economía agraria, las relaciones comerciales y financieras, el sistema de propiedad y las tendencias generales de la economía republicana burguesa y de la socialista.
No menos relevantes son sus monografías y múltiples artículos y ensayos, publicados dentro y fuera de Cuba, sobre la historia social. Es considerada por los especialistas del ramo como iniciadora en el país del estudio de esa esfera del conocimiento. En este sentido deben destacarse sus aportes al develamiento de la sociedad esclavista en lo concerniente al sistema de vida, la trata y el comercio, y la ideología y la lucha política de los esclavos.
Su profundo conocimiento sobre el sistema plantacionista cubano, desde la sociedad, como debe ser, ha facilitado la desacralización de mitos sobre la exclusiva condición de los esclavos y los hombres libres dentro de las variadas formas de rebeldías. Gloria García muestra la esclavitud desde sus grandezas identitarias, a la vez que aporta conocimientos sobre las estructuras socioclasistas y grupales de esta.
De trascendentes pueden considerarse sus valoraciones sobre la sabiduría de quienes, dentro de una sociedad injusta, lucharon por sus derechos a la existencia humana no solo mediante la violencia, sino también con inteligencia y tenacidad. Las investigaciones de Gloria constituyen el punto de partida para un cabal entendimiento de la sociedad esclavista a través de sus voces más sufridas. De esto se derivan sus aportes a la historia de las ideas, del sistema de vida incluyendo tradiciones, costumbres y religiosidad, y a la apreciación de los movimientos políticos desde una óptica antropológica cultural.
Gloria colaboró en múltiples trabajos monográficos colectivos. Una de sus obras más relevantes es la siempre consultada Historia de Cuba, donde fungió como autora y miembro de su Comité Científico. En igual sentido resulta encomiable su participación en antologías foráneas (España, Estados Unidos).
La historia política ha recibido también sus notables aportes. La república y Julio Antonio Mella, José Martí, Francisco de Arango y Parreño, los conflictos laborales y el movimiento obrero, y la historiografía en su conjunto, entre otros temas, ponen de manifiesto su diversidad creadora.
Sumado a lo anterior, deben reconocerse sus contribuciones al conocimiento de los fondos de los Archivos Nacionales de Cuba y de España. De lo cual dan fe su aparato referencial y los textos publicados al respecto.
Los podios internacionales y del país escucharon su verbo sabio e inteligente. Estados Unidos, Europa y América Latina fueron sedes de sus ponencias, para suerte de nuestra nación. Gloria evidenció el desarrollo científico historiográfico alcanzado por la historiografía cubana.
Su labor docente sobrepasó el ámbito propiamente académico para insertarse en lo cotidiano. Numerosos especialistas son el fruto de su permanente magisterio.
Cuando los intercambios científicos de las Ciencias Sociales en su conjunto se limitaban a cuestiones puntuales, ella esboza propuestas metodológicas no solo en boga, sino de su propia elaboración. Así, mostró caminos de cómo investigar y leer la historia social y cultural, bien en intervenciones públicas, privadas o en múltiples ponencias y tutorías. Pero, sobre todo, a través de su obra escrita.
Algunos le criticaron sus incursiones en diferentes períodos o épocas históricas, bajo el argumento de que el historiador se consolida por la acumulación de conocimientos en temas determinados, mientras que cuando se expande ya no es capaz de profundizar en el universo epistemológico. Ella, por el contrario, se pronunció renuente al reduccionismo historiográfico, sin negar el valor de las especialidades. Muchas veces expresó que mientras más cultura e información poseyera el historiador, con mayor cientificidad podía demostrar lo específico investigado.
Muchos de sus colegas en el Instituto de Historia de Cuba fuimos testigos de su quehacer constante. El libro que se presenta ejemplifica lo anteriormente expresado. Los años duros del período especial, con sus penurias y avatares por la supervivencia, constituyeron el escenario de su labor, a la que se entregó con la certeza de que proporcionaría un caudal de ideas y conocimientos nada desdeñables para futuros empeños investigativos.
En su constante andar por los documentales del Archivo Nacional se percató de la posibilidad para construir el debate sobre la economía cubana de los últimos años del siglo xix. Con larga experiencia en el terreno de la historia económica, especialidad en la que inició su profesión, fue articulando, progresivamente, los múltiples discursos, informes y pronunciamientos de la élite del final decimonónico en torno a los problemas de la sociedad insular.
Es en este sentido donde ella demostró su pericia profesional a la vez que proporcionó a los especialistas uno de sus más relevantes aportes de carácter metodológico. Muchas veces escuché sus criterios en torno a la necesidad de que los investigadores confrontaran las ideas con el contexto social; análisis exigido por las ciencias históricas capaz de evidenciar la riqueza de sus universos espirituales. Para Gloria la emisión de los discursos, proyectos y propuestas sin comprobación factual corresponde al mundo de la abstracción filosófica y literaria pero no al de la historia, en tanto esta se ocupa de la construcción crítica del pasado, cuestión que ella logra en el presente texto.
Este libro aporta una multiplicidad de esferas del conocimiento histórico capaz de incentivar la realización de empresas científicas venideras. Entre estas se...