E-Book, Spanisch, 240 Seiten
Reihe: Pensamiento Herder
Lemm / Seguró Homo natura
1. Auflage 2024
ISBN: 978-84-254-5054-9
Verlag: Herder Editorial
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Nietzsche, antropología y biopolítica
E-Book, Spanisch, 240 Seiten
Reihe: Pensamiento Herder
ISBN: 978-84-254-5054-9
Verlag: Herder Editorial
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Vanessa Lemm es vicerrectora y decana de la Facultad de Artes Liberales y Ciencias de la Universidad de Greenwich (Reino Unido) y profesora honorífica de la Universidad de Melbourne (Australia). Es una reconocida experta en la filosofía de Friedrich Nietzsche. Su investigación se ha centrado en explorar los lazos entre Nietzsche, pensamiento político contemporáneo, biopolítica y posthumanismo. Es editora de «Nietzsche», «Studien» y de la serie de libros asociados en De Gruyter. Es autora de libros como «La filosofía animal de Nietzsche: Cultura, política y animalidad del ser humano»; «Nietzsche y el pensamiento político contemporáneo»; y coautora de «The Viral Politics of Covid-19: Nature, Home and Planetary Health».
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Introducción
Immanuel Kant inauguraba la era de las ciencias humanas al colocar sobre sus tres famosas preguntas, «¿qué puedo saber?», «¿qué debo hacer?» y «¿qué me está permitido esperar?», la pregunta general: «¿qué es el ser humano?».1 Michel Foucault concluía su crítica a las ciencias humanas al anunciar «la inminencia de la muerte del hombre».2 Entre ambos, preparando el camino de uno a otro, se encuentra el famoso aforismo 230 de Más allá del bien y del mal: preludio de una filosofía del futuro, en el que Nietzsche responde a la pregunta formulada por Kant introduciendo el enigmático término homo natura.3 Para Kant, el ser humano es el legislador de la naturaleza. Consecuentemente, su pregunta se interroga sobre las condiciones prácticas para que un ser natural y racional se eleve sobre la naturaleza con completa libertad. Por el contrario, Nietzsche insiste a lo largo de toda su obra en la continuidad entre la naturaleza y el ser humano, así como en la imposibilidad de alcanzar un punto de vista trascendental externo a la naturaleza. Sin embargo, esto no implica que Nietzsche borre al «ser humano» en una especie de monismo ontológico. Más bien, este libro sostiene que el homo natura representa la paradójica fórmula según la cual lo humano se ve envuelto en un movimiento por el que cuanto más natural es, más sobrehumano se vuelve. En este movimiento, abrazar una «naturaleza más natural» (HV 10)4 del ser humano conduce a una superación de lo humano mismo que se orienta hacia el devenir del sobrehumano.
Es difícil exagerar la importancia que han tenido los aforismos relacionados con el homo natura en el desarrollo de los estudios sobre Nietzsche durante las dos primeras décadas del siglo XXI. Cuesta encontrar un terreno interpretativo más controvertido que el del debate acerca del significado de homo natura y de los términos relacionados con él, como «naturaleza», «naturalidad» y «renaturalización» (Vernatürlichung), así como su importancia para el conjunto del pensamiento de Nietzsche. Recientemente, se ha comparado de forma enfática el naturalismo de Nietzsche con el paradigma evolutivo de Charles Darwin.5 Desde esta perspectiva, la historia natural se refiere únicamente a la historia de la evolución biológica de las distintas formas de vida. Sin embargo, lejos de someter a la especie humana a las mismas leyes de la evolución que se aplican al resto de los seres vivos, la expresión homo natura es utilizada por Nietzsche para distinguir aquello que es natural de lo que es decadente o antinatural en la especie humana. No todo logro de la especie humana debe ser valorado como una adaptación exitosa a las circunstancias, al igual que no todo lo que ocurre puede ser juzgado por su corrección o verdad en base a una norma racional preestablecida.
Pero ¿en qué sentido es la naturaleza o el homo natura un estándar o un patrón para juzgar el valor de la vida humana? Nietzsche presenta la realización del homo natura como «una tarea rara y loca (seltsame und tolle Aufgabe)» para «retraducir (zurückübersetzen), en efecto, el hombre a la naturaleza» (MBM 230).6 En la actualidad, las ciencias humanas inauguradas por Kant han asumido con entusiasmo la tarea de Nietzsche, al adoptar en su seno la revolución darwinista, dando un giro evolucionista con la esperanza de poder producir hipótesis empíricamente verificables para explicar las manifestaciones de la vida humana. Bajo sus formas evolucionista y conductista, el naturalismo ha causado furor en el ámbito de las ciencias humanas y, de manera más reciente, en el de la filosofía.
Homo natura: Nietzsche, antropología y biopolítica ofrece una nueva interpretación de la idea de homo natura en Nietzsche como una respuesta a la pregunta de Kant que pretende evitar el naturalismo reduccionista o cientificista. Para Nietzsche, la tarea de retraducir al ser humano a la naturaleza debe ser encomendada a los científicos (Erkennende). Sin embargo, estos científicos deberían, a su vez, distinguirse por su probidad (Redlichkeit) y su coraje para afrontar «el terrible texto básico homo natura (schreckliche Grundtext homo natura)» (MBM, 230).7 Este libro intenta rastrear este terrible texto básico que cualifica la vida humana. La hipótesis central es que el texto básico de la naturaleza es aterrador, en la medida en que contiene aquello que es incognoscible y no susceptible de ser descubierto (desde una concepción positivista de la ciencia); aquello en la naturaleza que está «más allá del bien y del mal» y que, cuando es reconocido por la vida humana, transforma esa misma vida en algo creativo y, por lo tanto, digno de ser afirmado.
En el aforismo 14 de El Anticristo, Nietzsche anuncia que ha «cambiado lo que [había] aprendido (umgelernt)» sobre su forma de concebir la naturaleza humana y que la ha «vuelto a poner (zurückgestellt) entre los animales» (EA 14).8 Este libro sostiene que el descubrimiento del homo natura no conduce a Nietzsche a desechar la historia ni a adoptar una concepción de corte científico sobre la evolución biológica que la pueda reemplazar. Más bien, la renaturalización del ser humano va de la mano con una renaturalización de la historia. Nietzsche se pregunta por la diferencia que introduce el descubrimiento del homo natura en nuestra autocomprensión. ¿Qué implicaciones tiene el «retorno a la naturaleza» y la renaturalización del ser humano en nuestra comprensión de la historia? A esta pregunta ofrezco dos posibles respuestas: en primer lugar, nos permite escribir una historia natural basada en el cuerpo humano. En segundo lugar, dicha historia natural revela una concepción de la naturaleza humana que involucra de forma característica su (auto)transformación cultural y, como tal, supera la dicotomía entre naturaleza y cultura.
Puesto que la clave del homo natura reside en establecer una relación con lo incognoscible, el científico veraz y comprometido con la probidad que Nietzsche prevé debe ser capaz de plantearse la pregunta: «¿por qué, en absoluto, el conocimiento (Warum überhaupt Erkenntnis)?» (MBM 230).9 En este sentido, debe cuestionar científicamente la propia ciencia. Este libro sostiene que el desiderátum de Nietzsche puede haberse cumplido, al menos en parte, solo después de su muerte. El llamamiento de Nietzsche a renaturalizar al ser humano se entiende aquí como una llamada a futuros pensadores para que conciban respuestas nuevas y revolucionarias que aborden la necesidad humana de dar sentido a la vida, o de llevar una vida con sentido y con sus intrínsecos defectos.
Podría decirse que, después de Nietzsche, varios pensadores desarrollaron ciertos discursos como respuesta a la perspectiva sobre el naturalismo y la vida expresada en su término homo natura: la antropología filosófica, el psicoanálisis freudiano, los estudios de género, la biopolítica y el poshumanismo son algunos de los más conocidos. Este libro pretende ser una respuesta a la pregunta por el significado del naturalismo de Nietzsche que se involucra con estos discursos, en la medida en que tematizan sus deudas con el motivo nietzscheano del homo natura. El vínculo entre el homo natura de Nietzsche y los discursos anteriormente mencionados reside en la producción de un conocimiento sobre los seres humanos que los transforma, pasando de ser meros objetos de la teoría a sujetos de una práctica que consiste en decir la verdad, sin importar lo terrible que sea esa verdad.
El capítulo 1, «Kantismo, naturalismo y antropología filosófica», rastrea el camino desde la fundación trascendental de la antropología kantiana hasta las reflexiones de Nietzsche sobre el homo natura. Los debates contemporáneos han estado dominados en gran medida por los relatos sobre el homo natura que giran en torno a la relación de Nietzsche con las ciencias de la vida en el siglo XIX y, más concretamente, con la difusión del darwinismo. Uno de los supuestos más comunes en este tipo de literatura es que Nietzsche estuvo en condiciones de romper con el kantismo al asumir la nueva perspectiva que proporcionaban las ciencias de la vida. Brian Leiter es uno de los más acérrimos defensores de esta interpretación científica del homo natura. Para Leiter, el naturalismo de Nietzsche consiste en identificar al ser humano como un organismo natural cuyos atributos naturales son accesibles y explicables causalmente mediante las ciencias naturales empíricas. Leiter utiliza la fórmula homo natura para desacreditar aquellas lecturas continentales de Nietzsche que pretenden convertir el mundo real en un texto abierto a interpretaciones plurales y contradictorias.
Frente al enfoque de Leiter, otras investigaciones han sostenido que la noción de homo natura adquiere sentido a la luz de las observaciones de Nietzsche sobre la historia natural de la especie humana, descrita en su genealogía de la moral. En lugar de ser naturalizada como una entidad biológica sometida a las leyes de la evolución, la naturaleza humana...