E-Book, Spanisch, 150 Seiten
Liderazgo
1. Auflage 2019
ISBN: 978-84-291-9518-7
Verlag: Reverte-Management
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Leadership presence
E-Book, Spanisch, 150 Seiten
Reihe: Serie Inteligencia Emocional HBR
ISBN: 978-84-291-9518-7
Verlag: Reverte-Management
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Harvard Business Review es sin lugar a dudas la referencia más influyente en el sector editorial en temas de gestión y desarrollo de personas y de organizaciones. En sus publicaciones participan investigadores de reconocimiento y prestigio internacional, lo que hace que su catálogo incluya una gran cantidad de obras que se han convertido en best-sellers traducidos a múltiples idiomas.
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¿Cómo pueden los nuevos directivos enviar señales de liderazgo correctas?
Amy Jen Su
Uno de los cambios más emocionantes y, en ocasiones, estresantes en una carrera es el que se da cuando pasas de ser un colaborador individual a ser director. En ese momento lo que tú piensas, lo que dices y cómo te presentas —es decir, tu presencia como líder— empieza a tener un efecto directo en aquellos que pasas a liderar y a dirigir por primera vez. Por lo tanto, como nuevo directivo, ¿qué tendrás que hacer para desarrollar una imagen de líder auténtico y empático que cause una impresión positiva en tus compañeros y en tu equipo?
Determina un objetivo del liderazgo basado en unos valores concretos. La presencia auténtica y empática empieza en tu interior. El modo en cómo definas tu función y tus valores se transmitirá a aquellos con quienes trabajas. Como nuevo directivo tendrás que dedicar un tiempo a plantearte qué tipo de líder eres y esperas ser. Determina a qué objetivo aspiras, para que te sirva de brújula. Recientemente, un nuevo directivo nos dijo: «Mi objetivo como líder es ser un directivo auténtico y emocionalmente inteligente, que anime a los demás a alcanzar la excelencia».
Ram Charan, Stephen Drotter y James Noel explican en su libro La línea del liderazgo lo siguiente:
Aunque la sucesión del liderazgo parece algo fácil y natural, es algo en lo que muchos tropiezan […]. Hacen la transición de ser colaboradores individuales a ser directores sin haber hecho la transición conductual o basada en ciertos valores […]. Tienen que creer que dedicar tiempo a los demás, planificar y orientar […] son tareas necesarias y que son su responsabilidad. Además de esto, tienen que ver este trabajo orientado a los demás como una misión fundamental para su éxito.
Incrementa tu inteligencia emocional y el conocimiento de la situación. Puesto que tu misión ahora consiste en conseguir más cosas con la ayuda de los demás, tendrás que reconocer que aquello que te motiva o influye en ti quizás no sea lo mismo que motiva o influye en los demás. Antes de cualquier interacción o de una reunión importante pregúntate:
•¿Quién es la otra persona o la audiencia?
•¿Cuál podría ser su perspectiva sobre este tema?
•¿Cómo podrías motivarles o influirles mejor?
•¿Qué exige la situación?
•¿Cuáles son los resultados y el tono óptimos?
Estas preguntas nos recuerdan que no es posible encontrar una solución única para la establecer la imagen adecuada a todos los líderes. Por tanto, la presencia óptima consiste en encontrar una solución «y o ambos», en lugar de un «esto o aquello». Por un lado, tener una imagen de líder efectiva incluye ser auténtico, genuino y claro sobre la brújula que te guía, sobre tus principales valores y tus convicciones. Y, por otro lado, incluye saber adaptarte y ser ágil, demostrar tu habilidad para conectar con diferentes tipos de personas a través de diferentes plataformas de comunicación y tecnologías.
Sé claro y directo, pero siempre respetuoso. Puesto que tu nueva función te exigirá que te relaciones más con gente de estilos muy diferentes, tener una buena presencia como líder conlleva desarrollar y practicar continuamente tus habilidades para ser claro y directo buscando, al mismo tiempo, la manera de establecer relaciones y demostrar respeto. La presencia como líder debe ser dinámica y fluida, alentando el diálogo en dos direcciones, para poder expresar de una manera auténtica nuestras opiniones y estar también abiertos a las opiniones y perspectivas de los demás mientras se trabaja hacia un objetivo común, hacia el mejor resultado o solución. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar a cultivar tu propia voz y a escuchar las voces de los demás:
•Saber qué piensas. Si por naturaleza te cuesta escuchar las opiniones de los demás, flexiona tus músculos para llegar a tus propias convicciones e ideas más rápidamente. Antes de una reunión o interacción importante, pregúntate: ¿Cuáles son las tres o cuatro cosas que creo sobre este tema o problema?
•Pregunta, escucha y reconoce. Por el contrario, si te cuesta tener tus propias opiniones, intenta tener más paciencia para escuchar a los demás. Demuéstrales que les estás escuchando haciéndoles buenas preguntas, aclarando lo que has escuchado o contándoles cómo estás procesando la información. En algunos casos, tendrás que decir: Con esta nueva información, lo estoy viendo de una manera diferente. Mi opinión ha cambiado. En otros casos, tendrás que acabar diciendo: Reflexionando sobre lo que has expuesto, creo que no me encuentro cómodo con ello. En definitiva, existe una diferencia de opiniones.
•Explica el porqué: Como nuevo líder, es muy importante que compartas el porqué de tu visión, tus prioridades, tus expectativas, tu feedback o tus peticiones. No diluyas tu mensaje; al contrario, hazlo más poderoso dando más explicaciones sobre el contexto. Ayuda a conectar los resultados del trabajo o el desarrollo profesional a lo que está sucediendo a nivel organizacional. Por ejemplo, si estás exponiendo el feedback sobre el desarrollo de la empresa a alguien, podrías incluir una anécdota adicional del tipo: Puesto que la organización está creciendo tan rápidamente, cada uno de los miembros del equipo tiene la oportunidad de desarrollar y potenciar sus cualidades de la siguiente manera. Me gustaría que hicierais… O puedes también reforzar el mensaje describiendo la imagen de aquello a lo que aspiras: Me gustaría que fuerais los mejores en esto, y para ello sería necesario que hicierais lo siguiente…
Mantén una presencia estable y firme en momentos de cambios, estrés o dificultades. Lo cierto es que muchos de nosotros transmitimos una presencia efectiva, sobre todo cuando las cosas van bien o cuando tenemos un buen día. Pero, como nuevo líder, también es importante que te preguntes: ¿Qué siente la gente cuando estoy estresado, cansado, o cuando alguien me da una mala noticia?
Piensa que lo que para ti es un momento pasajero o breve de ira, impaciencia o inseguridad, puede acabar teniendo un efecto negativo en tu equipo y en su estado de ánimo o en su compromiso. El autor Daniel Goleman escribe en su libro Primal Leadership: «En pocas palabras, en cualquier grupo humano, el líder tiene el poder máximo de influir en las emociones de todos […]. La manera de gestionar su estado de ánimo afecta al estado de ánimo de los demás, lo cual no es únicamente un asunto privado, sino algo que afecta también a la buena marcha del negocio».
Manteniendo una presencia estable y firme incrementas las probabilidades de que tu equipo se sienta cómodo a la hora de informarte, aunque se trate de darte malas noticias; así tú podrás ayudar a eliminar los obstáculos, a redefinir las prioridades o a volver a encarrilar al equipo. Un estudio realizado por la profesora Amy Edmondson concluye que los equipos optimizan su aprendizaje y su rendimiento cuando existe un entorno o una cultura —casi siempre determinada por el director— que promueve tanto la seguridad psicológica como la responsabilidad.
Para mantener una presencia más estable y más firme asegúrate de definir las prioridades adecuadas para ti mismo y asegúrate de que cuentas con las estrategias apropiadas para gestionar la carga de trabajo propia de un líder antes de asumir esta gran misión y responsabilidad de nuevo directivo.
Ser líder por primera vez es un salto muy importante en tu carrera. Detente y piensa en tu imagen y en si estás pensando, hablando y mostrándote como deseas. Define un objetivo de liderazgo basado en tus valores, incrementa tu inteligencia emocional y tu conocimiento de la situación, sé directo y respetuoso, y busca las estrategias adecuadas para mantener una presencia firme y estable. Es fácil, desde nuestra humildad, que subestimemos la influencia que ejercemos en la vida de otras personas.
El profesor Clayton Christensen escribió en su clásico artículo del HBR «¿Cómo mides tu vida?»:
Me imagino a uno de mis directivos yendo a trabajar por la mañana con un nivel de autoestima relativamente bajo. Después, me lo imagino volviendo a su casa con su familia tras diez horas laborales en las que se ha sentido menospreciado, frustrado, infrautilizado y humillado. Me imagino lo mucho que su baja autoestima afectará a la forma de relacionarse con sus hijos. Inmediatamente, me imagino a ese directivo volviendo a casa otro día con la autoestima alta, sintiendo que ha aprendido mucho, que ha...