E-Book, Spanisch, Band 177, 126 Seiten
Reihe: Teatro
Pérez de Montalbán La monja alférez
1. Auflage 2013
ISBN: 978-84-9897-903-9
Verlag: Linkgua
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
E-Book, Spanisch, Band 177, 126 Seiten
Reihe: Teatro
ISBN: 978-84-9897-903-9
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Juan Antonio Mateos Lozada nació en la ciudad de México el 24 de junio de 1831. Hizo estudios primarios allí y después ingresó en el Instituto de Toluca, en 1847. Allí entabló una estrecha amistad con Ignacio Manuel Altamirano, con quien escribió un periódico satírico, de corte liberal, llamado Los Papachos, en el cual atacaban a los conservadores del Instituto. Esta publicación provocó que fueran expulsados del colegio en el mes de julio de 1852. Juan Antonio Mateos fue uno de los escritores más populares de México durante la segunda mitad del siglo XIX. Escribió en periódicos y revistas y publicó también novelas y obras teatrales. Murió el 29 de diciembre de 1913 en la ciudad de México.
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Acto I
(El locutorio del convento de Santa Catalina. Puerta al fondo y laterales que comunican con el interior.)
Escena I
(La abadesa, dos sacristanes; la madre escucha en el fondo.)
Sacristán 1¿Qué queréis, madre abadesa?
AbadesaQue tengáis todo dispuesto
porque el conde de Cifuente
visitará hoy el convento.
De todos los bienhechores,5
sin duda es el más espléndido.
¡En este año, seis dotes
fundó!
Sacristán 2 ¡Que señor tan bueno!
¡Pobre señor!... ¡Esa hija
es un castigo del cielo!10
¡Qué violencias, qué arrebatos,
una furia es del infierno!
Desde que ha pisado el claustro
es un desorden tremendo.
La regla nunca obedece15
y con ademán severo
nos domina y aturrulla;
vamos, la tenemos miedo.
Sacristán 1In nomini patrii et fili...
(Todos se persignan.)
Abadesa¡El diablo está en el convento!20
Comienzan a sublevarse
las novicias con su ejemplo.
Anoche acabó el rosario
con un motín, con un pleito,
en que rodaron las velas25
con todo y los candeleros.
Yo perdí la disciplina
y el rapé que siempre tengo.
Sacristán 1Y es preciso tolerarla.
AbadesaEs hija de ese buen viejo.30
¡Uf, si no fuera condesa,
ya desde el primer momento!...
¡Pero el conde, no, imposible,
veremos andando el tiempo!
Ya viene, se oyen sus pasos.35
(Se oyen tirar las sillas.)
¡Que nos valga el mismo cielo!
EscenaII
(Dichos y Andrea.)
Andrea¡Abadesa!
Abadesa¡Sor Andrea!
AndreaMe llamáis con tal misterio
que supongo grave y serio
el asunto.
AbadesaYo...
AndreaY que sea40
pronto, porque me impaciento.
Ved que me aburren a veces
vuestras continuas chocheces
y tontunas de convento.
Abadesa¡Tened paciencia, hija mía!45
AndreaNecesito de paciencia...
AbadesaPues sabed que su excelencia
vuestro padre...
AndreaHoy no querría
recibirle.
Abadesa ¡Pena impía!
Mas la señora condesa...50
Andrea¡Mi madrastra!... Juro a Dios
que hoy nos veremos las dos
cara a cara.
AbadesaLe interesa
tratar con vos un asunto...
AndreaPues decidle que la espero.55
AbadesaSalid vosotros.
(A los sacristanes.)
AndreaYo quiero
que esperéis...
Abadesa¡Salid al punto!
Andrea¡Que no salgáis!
Abadesa¡Ésta es Mengua!
AndreaQue calléis, o ¡por el diablo!,
si pronunciáis un vocablo60
os voy a arrancar la lengua.
Abadesa¡Camándula!, vete, aparta.
(A los sacristanes.)
AndreaLleva esta carta, y no espacio,
a mi padre; y tú, a palacio,
al capitán, esta carta.65
Ved que mucho me interesa,
que todo entregado quede.
AbadesaVed que escribir no se puede...
Ya voy pudiendo, abadesa.
Dadme esas cartas a mí.70
(A los sacristanes.)
AndreaSalid de aquí o ¡vive Dios!,
¡que por la reja a los dos
os arrojo, pesiamí!
(Toma una silla, los sacristanes salen corriendo.)
Escena III
(Andrea y la abadesa)
AndreaMirad, tengo veinte abriles
y al mundo con ansia loca75
volver quiero: y esta toca,
y estos ropajes monjiles,
despedazar, ¡fiera saña!
¡Mirarme en este recinto
cuando yo de Carlos V,80
Sol fui en la corte de España!
Cuando en la sombra me veo,
recuerdo historias pasadas...
disputaban mis miradas
en un duelo, en un torneo.85
Yo despertaba ilusiones
por mi belleza y valía,
y cuando yo sonreía
temblaban los corazones.
De repente, en un momento90
quitada su presa al mundo
y sumida en el profundo
letargo de este convento,
exacerbadas las penas
no creáis me sacrifique,95
abadesa, ¡rompo el dique
y quebranto mis cadenas!
Abadesa¡Camándula!
AndreaA un hombre adoro.
Doquier me sigue su sombra;
en el claustro y en el coro.100
En medio de la oración,
y en la noche solitaria,
al escuchar la plegaria
¡le llama mi corazón!
Abadesa¡Qué sacrilegio, Dios mío!105
Andrea¿Vuestro corazón enjuto
no pagó nunca el tributo
al humano desvarío?
Abadesa¡Camándula!, es verdad,
siempre a Dios me consagré110
y en este claustro pasé
lo más grato de mi edad.
Andrea¿Y pensáis que imbécil yo,
por dar gusto a no sé quién,
venga a encerrarme también115
al claustro? ¡Mil veces no!
AbadesaEl demonio os aconseja,
como a Cristo en el desierto.
AndreaAbadesa, dad por cierto
que yo quebranto esta reja.120
AbadesaLas tentaciones son malas,
¿el castigo no os arredra?
AndreaDe estos muros en las piedra
se están quebrando mis alas.
AbadesaCon don Lope Pimentel125
casaos...
AndreaNo, ¡por san Pablo!
No sólo a Dios, sino al diablo,
me diera yo antes que a él.
AbadesaEs la condición precisa
que de vuestro padre el celo...130
AndreaAbadesa, tomo el velo;
mirad, no estoy indecisa:
o don Félix de Montemar
es mi esposo, o en el convento
pronuncio mi juramento135
ante Dios, y ante su altar.
AbadesaComo lo sepa el marqués,
vuestro novio a Filipinas...
Andrea¡Imbécil!, ¿y tú imaginas
se lo oculte yo?, ésta es140
mi voluntad y con ella
iré hasta el cabo del mundo;
es un afecto profundo
que deja en mi alma una huella...
Abadesa¿Un grande amor habéis dicho?145
¡Decid locura también!...
AndreaSerá una locura, bien;
yo no cedo en mi capricho.
Quieren sepultarme viva,
entregarme a ese menguado;150
mas don Félix es soldado,
y arde en él la llama viva
del amor.
AbadesaSe armó un belén.
AndreaMirad.
(Le da una carta.)
Abadesa (Azorada.)¿Cómo entró al convento?
AndreaNo tengáis remordimiento;155
¡como han entrado otras cien!...
Abadesa¡Sólo del diablo por artes...
de Dios la justicia pesa!
AndreaAmor es luz, abadesa,
penetra por todas partes.160
Abadesa (Leyendo.)«A la dama enamorada;
a la de los lindos ojos;
que recibe sin enojos
el calor de una mirada;
a la de cintura leve,165
como el tallo de mimosa;
a la de...