Teixidó i Camí / Chicharro Santamera | Artes & Oficios. La talla. Escultura en madera | E-Book | www.sack.de
E-Book

E-Book, Spanisch, 192 Seiten

Reihe: Artes & Oficios

Teixidó i Camí / Chicharro Santamera Artes & Oficios. La talla. Escultura en madera

La técnica y el arte de la talla de la madera explicados con rigor y claridad
8. Auflage 2022
ISBN: 978-84-342-4401-6
Verlag: Parramón Paidotribo
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)

La técnica y el arte de la talla de la madera explicados con rigor y claridad

E-Book, Spanisch, 192 Seiten

Reihe: Artes & Oficios

ISBN: 978-84-342-4401-6
Verlag: Parramón Paidotribo
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)



Este volumen constituye un tratado riguroso sobre la escultura en madera. Es un curso completo, un manual práctico y un vademécum sumamente útil, de gran interés, tanto para  el que se siente atraído por el tema de la talla, como para quien está aprendiendo, para el más iniciado, que asiste a cursos, o incluso para el profesional. Los primeros encontrarán, tratados de manera exhaustiva, todos los apartados y aspectos que entran en juego en el arte y el oficio de la talla. Para los segundos esta obra reúne, de forma perfectamente ordenada, con un método claro y conciso y con un lenguaje fácil y preciso, todo el corpus de conocimientos.

Camí nos aporta su criterio artístico y conocimiento técnico adquirido no sólo académicamente -es Graduado en Escultura e Interiorismo y Licenciado en Escultura- sino fundamentalmente en el día a día en su taller durante dos décadas, compaginado con tres lustros de docencia de la escultura en la Escola Massana de Barcelona. Actualmente realiza su obra en hierro de fundición, pero a menudo necesita el respiro de la madera Antes trabajó también el mármol y el bronce, pero siempre la madera le aportó su sabia. Su obra escultórica, promocionada por la Galería Greca de Barcelona ha sido presentada en Montpellier, Utrech, La Haya, Estrasburgo, París, Miami...con gran éxito de crítica. Santamera traduce a imágenes y palabras los aspectos técnicos de este libro e investiga los históricos. Aporta al conjunto un enfoque interdisciplinar fruto de una formación humanista integradora: es Licenciado en Historia del Arte, Diplomado en Teología y Cinematografía y profesor de Ciencias Sociales. Como fotógrafo es autodidacta y disfruta contemplando con su macro el microcosmos. Ha realizado numerosas exposiciones de fotografía relacionadas con el realismo mágico y ha sido premiado por su realización de vídeos artísticos patrocinados por entidades culturales.
Teixidó i Camí / Chicharro Santamera Artes & Oficios. La talla. Escultura en madera jetzt bestellen!

Weitere Infos & Material


HISTORIA

En este capítulo no pretendemos ofrecer una visión sistematizada de lo que ha representado la escultura en madera. Nos motiva más ofrecer al futuro tallista el amplio abanico de posibilidades que le puede brindar un conocimiento más profundo de su historia.

Al clasificar datos, hemos considerado que la religión es un factor unificador de estilos y temática, de mayor importancia que la geografía, la política o la cronología. En efecto, las religiones han sido las grandes promotoras, pero también las mayores detractoras, de la imagen de madera. La han sacralizado cuando se han querido acercar al pueblo, pero la han anatematizado para preservar la ortodoxia de su dogma.

No profundizamos en aspectos sociológicos, pero partimos de la hipótesis de que la talla de madera ha estado íntimamente relacionada con la cultura rural, frente a la talla de piedra, más valorada en las sociedades urbanas.

Abogamos, lógicamente, por el oficio del tallista, cuya labor tradicionalmente ha sido recubierta por el pintor, ya que éste, al encargarse de la policromía, ocultaba las huellas del escultor. Para resaltar la obra del tallista, hemos distribuido parte de este capítulo como si la madera, oculta en un principio por materiales considerados más nobles, intentase desprenderse de ellos para mostrar su verdad.

No es nuestro objetivo estudiar la talla artesanal, pero entendemos que el concepto de escultura es más amplio que el de estatua. Con el bagaje del siglo que tanto ha valorado el arte abstracto, no podemos ignorar aquellas otras manifestaciones de la talla de madera que, sin pretenderlo, y quizás persiguiendo un fin utilitario, han logrado transmitir la energía de la forma por la forma.

Lamentamos no poder ofrecer una bibliografía específica sobre la historia de la talla en madera para contrastar la información, ya que la única Historia de la escultura en madera a que hemos tenido acceso data de 1912. El vacío es aún mayor en los estudios relativos a la historia de esta técnica.

Los datos que aquí exponemos los hemos entresacado de estudios genéricos de la Historia del Arte, de tratados más concretos sobre la Historia de la Escultura o Etnología, y del conocimiento directo de tallas de diferentes museos. Ante nosotros se abre un seductor camino por recorrer.

El Alcalde del Pueblo –Cheik el beled en árabe– fue hallado en una tumba de Sakkarah y tallado hacia el 2750 a. C. en un solo bloque de sicomoro, con brazos y antebrazos encastrados. Museo Egipcio, El Cairo.
El realismo del retrato se acentúa con la incrustación de ojos de cobre y cristal de roca. El paso del tiempo, que lo ha despojado del recubrimiento de estuco y pintura, ha aumentado su expresividad.

Moradas transitorias de los espíritus

La razón de la sinrazón

“La superstición general hace que todo un pueblo se prosterne y adore con temor a un tronco cualquiera, vestido de santo.”

La lógica racionalista que expresa Goya en este comentario a su Capricho 52 resulta insuficiente para comprender la importancia de la imagen lígnea en numerosas sociedades.

En efecto, en muchas culturas la escultura de madera ha representado un triple papel: sicológico de autoafirmación, sociológico de integración tribal y político de estratificación social. Pero hoy, en los museos, fuera de contexto, sólo prevalece su factor estético. A pesar de ello, la contemplación de ciertas obras aún puede evocar resonancias de nuestras vivencias infantiles.

Kalioninge, pájaro ritual de los sénufo de Mali. 59 cm. Colección privada. Esta imagen estilizada y altiva, transmite la fuerza del espíritu superior que míticamente la habita.

Quizás sea la visión infantil, más que la racional, la que nos acerque a la comprensión primigenia de la imagen. De la misma manera que la muñeca cobra vida sólo cuando la niña quiere, igual ocurre con la imagen. Sin dejar de ser de madera, es algo más: un objeto imantado de aquello que cada sociedad o individuo admira o teme.

Fetiches, postes totémicos, objetos sagrados eran, son, de madera, nadie lo duda, pero… también son algo más. Tienen la capacidad de despertar sentimientos ambivalentes: una misma máscara puede resultar bella pero terrorífica, revulsiva y fascinante a un tiempo, ser de madera y poseer espíritu.

Con esa lucidez infantil, que aúna los contrarios y otorga vida a lo inanimado, comprenderemos por qué ciertas esculturas son moradas del espíritu.

Esculturas con alma

La principal aportación a la talla de madera se debe a sociedades ajenas a Europa y Asia. Aunque son muy dispares entre sí, las agrupamos bajo el concepto de animistas, ya que interpretan las fuerzas ocultas de la Naturaleza como la manifestación de la presencia de espíritus.

Forman un amplio mosaico de culturas africanas, americanas, australianas y oceánicas. En todas ellas la madera ha sido fundamental, no sólo por su abundancia, sino por la creencia de que conserva la fuerza vital, el espíritu del árbol.

Para acercarnos a la mentalidad que subyace en estas tallas, recordamos que en numerosas tribus el escultor, antes de emprender su trabajo, ha de someterse a privaciones, continencias, ayunos y plegarias para no desencadenar la ira de los espíritus que moran en los árboles, para no causarles dolor durante el desbastado. Acabada la talla, se atraerá al nuevo morador con otro ritual, en el que a veces se recurre incluso al engaño.

Máscara de los Sang de Gabón (s. XIX). Museum für Völkerkunde, Berlín.

Este sobrio retrato, más de un alma que de un rostro, es muy digno de ser habitado por el espíritu de un ancestro serio, introspectivo, profundo.

Si la escultura es bella-buena (estos conceptos suelen ser sinónimos), el espíritu, ya sea un dios o un antepasado, morará en ella temporalmente hasta que encuentre un habitáculo mejor. Resulta curioso saber que los espíritus de la mayoría de tribus africanas prefieren la novedad, y algunos se han dejado seducir por el plástico, pero otros, como los de los fang, kungang o dwane, eligen las esculturas más tradicionales.

El cuerpo de los espíritus

Tres son las formas más frecuentes habitables por los espíritus: imágenes antropomórficas, máscaras y postes totémicos. Todas ellas tienen un papel fundamental en el espacio y en el tiempo sagrado: fiestas anuales, ritos de iniciación, funerales …

Las imágenes suelen responder a unos cánones rígidos que, incluso en los lugares en que se destruyen ritualmente, el jefe conserva en la memoria, como entre los malanggan de Melanesia.

Todas huyen del realismo, ya que un espíritu no puede asemejarse a un mortal, pero siguen unas pautas: domina la simetría; representan lo masculino como rectilíneo y lo femenino como curvo. Resaltan, también, los centros de energías espirituales –la cabeza grande– o vitales: ombligos o genitales muy pronunciados. En algunas culturas tienen simbolismos específicos: en Oceanía la lengua representa fuerza y prudencia y en Papúa la nariz se confunde con el falo.

Los brazos suelen estar pegados al cuerpo, aunque en algunas culturas, como los tellen de Malí, se presentan elevados. En ambos casos parten de un solo tronco.

A veces aparecen con elementos añadidos: usan los peinados y tatuajes para ayudar a los antepasados a reconocer su figura; las incisiones geométricas pueden ser marcas de sacrificio, señales de identificación tribal o mero ornamento.

En ciertas ocasiones tienen una concavidad en el abdomen con sustancias mágicas, pero cuando la talla está cargada de materiales añadidos (huesos, cueros, dientes o hierbas) puede tratarse de fetiches relacionados con la magia negra.

Las figuras, en general, acogen a los espíritus de la Naturaleza o de los difuntos; un caso extremo es el de los yoruba y bamileke del Camerún que, como valoran los partos múltiples, honoran al gemelo muerto y cuidan su imagen tanto como al hermano vivo. No obstante, existen excepciones: entre los fang también representan los derechos de sucesión y son nexos de unión con los linajes anteriores; entre los kuba y los bushon de Angola, la escultura es un instrumento para glorificar a sus reyes; los tallistas bangwsa y congoleses, en cambio, exaltan la belleza femenina, el arte por el arte.

La proporción de esculturas que representan animales es menor, ya que se consideran de una fuerza vital inferior a los humanos. Suelen estar asociados a conceptos abstractos: el bisonte, el león o el elefante simbolizan la fuerza; la serpiente o el lagarto, la agilidad; la tortuga, la longevidad; el mono representa el difunto recién fallecido; el pájaro es intermediario con el más allá …

La máscara es un elemento más del vestido que se utiliza en los ritos, pero este disfraz no se puede comprender aislado del ritmo de sus fiestas. A través de la música, su portador entra en éxtasis y el espíritu que representa toma posesión del cuerpo del enmascarado.

El tallista...



Ihre Fragen, Wünsche oder Anmerkungen
Vorname*
Nachname*
Ihre E-Mail-Adresse*
Kundennr.
Ihre Nachricht*
Lediglich mit * gekennzeichnete Felder sind Pflichtfelder.
Wenn Sie die im Kontaktformular eingegebenen Daten durch Klick auf den nachfolgenden Button übersenden, erklären Sie sich damit einverstanden, dass wir Ihr Angaben für die Beantwortung Ihrer Anfrage verwenden. Selbstverständlich werden Ihre Daten vertraulich behandelt und nicht an Dritte weitergegeben. Sie können der Verwendung Ihrer Daten jederzeit widersprechen. Das Datenhandling bei Sack Fachmedien erklären wir Ihnen in unserer Datenschutzerklärung.